Un total de 36.519 viviendas habituales de particulares acabaron, en 2014, en manos de los bancos ya que los titulares del préstamo hipotecario del que dependían no pudieron hacer frente a los pagos.
La cifra es un 5,6 % más elevada que el año anterior, según datos a conocer hoy por el Banco de España a tenor de datos aportados por las entidades bancarias.
Del total, 19.406 viviendas fueron entregas voluntarias y, de éstas, 16.489 fueron daciones en pago. El resto, 17.113 se correspondieron a entregas judiciales y en 20 casos tuvieron que intervenir las fuerzas del orden.
El Banco de España añade que «el número de entregas de viviendas en relación con el número de hipotecas a hogares para adquisición de vivienda fue del 0,7 %».