Si el inicio de la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria empujó a bancos y cajas a impulsar su negocio de venta de pisos, en los últimos meses esta tendencia ha dado un vuelco.Y es que, si bien al principio orientaron las ventas a clientes particulares, las transacciones apuntan ahora a otro objetivo.
Desde mediados de año, las principales entidades han externalizado la administración de sus inmobiliarias y han traspasado a otras compañías, fondos de inversión internacionales, su gestión. En la mayoría de los casos por un plazo de 10 años.
Así, los activos inmobiliarios siguen siendo propiedad de las entidades mientras que las sociedades de gestión, no.
Este camino ha sido seguido por la mayoría de entidades. Hacia finales de noviembre, Banco Santander anunció la venta de su inmobiliaria Altamira al fondo estadounidense Apollo, el mismo que adquirió tiempo atrás Evo Banco, marca con la que Novagalicia Banco operaba fuera de Galicia, y la filial de créditos al consumo de Bankia, Finanmadrid.
Los últimos detalles de la transacción, valorada en 700 millones de euros, aún se están acabando de concretar. Se prevé que traspasará los inmuebles, valorados al menos en 8.000 millones de euros, por un periodo de 10 años y asumirá a 288 empleados.
Pocos días después, Banco Popular notificó el acuerdo al que había llegado con los fondos de inversión Värde Partners y Kennedy Wilson, a los que vendía su negocio inmobiliario por unos 800 millones de euros.
Qué ha pasado con las inmobiliarias de la banca nacionalizada
Precisamente, Värde Partners y Kennedy Wilson son las mismas firmas que adquirieron 100% de CatalunyaCaixa Inmobiliaria el pasado verano, tal como anunció la entidad. Pujaban por ella 25 compañías. Se calcula que el movimiento financiero ha tenido un coste de 40 millones de euros.
Siguiendo con la banca nacionalizada, Bankia vendió en septiembre su filial inmobiliaria al fondo estadounidense Cerberus Capital. El acuerdo, para diez años, prevé el traspaso de 475 empleados. El precio de la transacción oscila entre los 40 y los 90 millones de euros.
Los casos de CaixaBank y Banco Sabadell
Ese mismo mes, el consejo de administración de CaixaBank aprobó la venta del 51% de Servihabitat Gestión Inmobiliaria al grupo inversor internacional TPG Capital, anteriormente conocido como Texas Pacific Group.
Éste gestionará en exclusiva durante los próximos 10 años los activos inmobiliarios del grupo “la Caixa”. Para llevar a cabo el cambio de gestor, previamente, la filial Criteria CaixaHolding traspasará el 100% de Servihabitat Gestión Inmobiliaria a CaixaBank por 98 millones de euros. Y será esta última la que lleve a cabo la transacción con TPG.
Y si bien la posible venta de la inmobiliaria de Banco Sabadell, Solvia, se concretará a principios del próximo año, la entidad ha vendido cerca de un millar de inmuebles procedentes de la CAM, valorados en 89 millones de euros, a unos fondos de inversión de los que no ha trascendido el nombre.
BBVA ha vendido cerca de mil inmuebles
BBVA ha optado por una vía algo diferente. A mediados de septiembre se hizo público que en julio el banco presidido por Francisco González había vendido un millar de inmuebles, valorados en cerca de cien millones de euros, al fondo de inversión estadounidense Baupost Group.
El multimillonario Seth Klarman, conocido por adquirir la deuda de Lehman Brothers cuando quebró, es el fundador y presidente de la firma, que delegará a la española Hipoges Iberia la gestión de la cartera inmobiliaria.