En España hay casi 70 millones de tarjetas bancarias en circulación, repartidas entre las tarjetas de crédito y las de débito. De ellas, muchas terminan extraviadas o robadas cada día.
Pero, ¿qué hay que hacer en caso de robo o extravío de una tarjeta bancaria?, ¿cómo hay que actuar? En el siguiente artículo detallamos los pasos a seguir cuando nos roban o perdemos nuestra tarjeta bancaria.
La rapidez es la clave para evitar que la pérdida o sustracción de una tarjeta bancaria ocasione un quebranto en sus cuentas. Para minimizar los posibles daños es aconsejable seguir una serie de pasos.
Contactar con la entidad bancaria
Si su tarjeta de crédito o débito se pierde o es robada, o si sospecha que han cargado compras no autorizadas en su cuenta, contacte inmediatamente con su entidad financiera o con la entidad emisora de su tarjeta bancaria. Todas las entidades cuentan con teléfonos de atención al cliente o teléfonos de bloqueo de tarjetas que están operativos las 24 horas del día los 365 días del año.
Los clientes de banca online pueden bloquear sus tarjetas en la propia página web de la entidad financiera. Una vez identificado con sus claves el cliente puede realizar él mismo la operación. Pero, además, hay entidades financieras, caso del BBVA que, a través de su aplicación para smartphones dan la opción al usuario de apagar, encender y restringir la operativa de su tarjeta, suspendiendo la retirada de dinero en cajeros automáticos, desautorizando las compras online o deshabilitando los pagos en el extranjero.
Desde que se comunica a la entidad financiera el robo o pérdida de la tarjeta, el titular queda libre de responsabilidad sobre el uso que se de a la misma. La ley de Servicios de Pago señala que el titular de una tarjeta, salvo en caso de actuación fraudulenta, no soportará consencuencia económica alguna por el uso de su tarjeta con posterioridad a la notificación. Sin embargo, antes de dicho aviso, el titular soportará las pérdidas por operaciones no autorizadas hasta un límite de 150 euros.
Denunciar a la policía
En caso de robo hay que acudir a comisaría a denunciarlo. La razón de este paso es proporcionar pruebas fehacientes a favor del titular de la tarjeta. Dicha denuncia es un documento que recoge, además, el día y la hora exacta del robo y que servirá para posibles reclamaciones futuras si fuera necesario.
Cancelar la tarjeta
Asegurarse que ha cancelado correctamente la tarjeta. Para ello hay que comprobar los extractos bancarios y ver si hay algún movimiento que pueda proceder de un uso indebido. En este caso, hay que comunicárselo al banco para que proceda al reembolso del importe.
En este punto el titular de una tarjeta debe saber que:
– Si se retira dinero de un cajero utilizando el PIN de la tarjeta, la entidad no se hará responsable y no reembolsará el dinero. El número secreto de la tarjeta no debe llevarse nunca apuntando y si se retira efectivo de un cajero utilizando el PIN, la entidad entenderá que el cliente llevaba dicho número junto con la tarjeta y considerará este hecho como uso fraudulento de la misma. El banco sólo se hará responsable en los casos de robo con violencia o duplicado de tarjeta.
– Si el cargo en su cuenta corresponde a la compra de cualquier producto en un establecimiento comercial utilizando la tarjeta robada, el banco solicitará al establecimiento el documento de la firma para comprobar que no la hizo el titular de la tarjeta. En este caso, y si se demuestra que es así, será el establecimiento quien tenga que reembolsar el importe al titular de la tarjeta.
Acudir al Servicio de Reclamaciones del Banco de España
Si finalmente no queda conforme con la actuación de su entidad financiera puede acudir al Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Para ello, deberá acreditar que su banco ha denegado su reclamación, que la ha desestimado o bien que, dos meses después de que presentase la queja, ésta no ha sido resuelta.
Aspectos a tener en cuenta
Muchas tarjetas bancarias, especialmente las tarjetas de crédito cuentan con algún tipo de seguro vinculado. Se trata de seguros gratuitos y sin coste ya que la mayor parte de las entidades financieras repercuten su coste en los costes de mantenimiento de las propias tarjetas.
Entre las coberturas más habituales se encuentran:
- Seguro de robo o extravío: esta póliza cubre los cargos realizados en las cuentas bancarias de la tarjeta que haya sido robada o se haya perdido hasta 72 horas antes de la notificación al banco. Algunas tarjetas contemplan dentro de la cobertura de estos seguros el robo de efectivo en cajeros automáticos.
- Seguro contra el fraude: cubre la duplicación de una tarjeta y su uso fraudulento. Aparte de conocer si su tarjeta tiene o no seguros vinculados (esta información aparece en el contrato de la tarjeta así como las coberturas) no está de más aumentar la seguridad al utilizar una tarjeta bancaria. Al contratarla, el titular asume la obligación de responsabilizarse de su conservación y de su uso correcto. Se recomienda por tanto:
– Firmar siempre la tarjeta
– Guardar la documentación que la acompaña
– No anotar el número secreto junto a la tarjeta
– Anotar el número de teléfono que facilita la entidad para llamarles en caso de querer bloquear la tarjeta