Un total de 9.507 familias se han acogido al Código de Buenas Prácticas (CBP) entre enero y junio de este año para reducir la carga hipotecaria. La cifra es un 30,2% mayor a la registrada entre julio y diciembre de 2015, según los datos presentados por la Comisión de Control del CBP al Congreso.
En sus cuatro años y medio de existencia, 40.446 familias (33.765 reestructuraron la deuda y 6.674 optaron por la dación en pago) han acudido al CBP, código al que se suscribieron en marzo de 2012 casi la totalidad de entidades que comercializaban hipotecas en España. Si bien su adhesión es voluntaria, la aplicación de sus principios es obligatoria para las entidades firmantes.
Además, hasta septiembre, el CBP y el Fondo Social de Viviendas han detenido 22.850 lanzamientos hipotecarios (desahucios). Desde su entrada en vigor, se han parado 70.096 en familias con peligro de exclusión social.
Qué establece el Código de Buenas Prácticas
El objetivo del CBP es dar opciones a las familias hipotecadas que se encuentran con dificultades al afrontar los pagos de la deuda ya sea porque están en el paro o porque no tienen ningún ingreso.
Así, les proponen renegociar los plazos y las cuotas con las entidades, reestructurar la deuda o la dación en pago. Esto es, entregar la vivienda y que la deuda quede cancelada. Para poder acogerse a las medidas, se tienen que cumplir varios requisitos.
Entre ellos, que los titulares del préstamo no puedan pagar las cuotas por falta de trabajo o que las rentas a abonar superen el 50% de los ingresos.