A la hora de tratar algún tema con el banco o caja, nos pueden surgir las dudas. ¿Sabré qué decir? ¿Cómo tengo que conducir la negociación? ¿Lograré mis objetivos? En Yaencontre.com publicamos un artículo con cinco aspectos a tener en cuenta a la hora de entablar la negociación. Conocer la oferta de la competencia, sacar provecho de las vinculaciones que tenemos con la entidad o no tener prisa a la hora de llevar a cabo los cambios son algunos de ellos.
Sea cual sea nuestro objetivo a la hora de negociar con nuestra entidad bancaria: pedir un préstamo personal o una hipoteca, acordar las condiciones de una tarjeta de crédito, el tipo de interés de un depósito, intentar mejorar las condiciones financieras de créditos ya concedidos…
Cuando se tienen que establecer acuerdos con el banco es importante recordar que la peor negociación es aquella que no se lleva a cabo y que todo se puede negociar. Con todo, antes de empezar una negociación con el banco es recomendable tener en cuenta varios aspectos. Mostramos los cinco principales:
1.- Informarse de las condiciones de la competencia: antes de negociar es importante saber qué es lo que se busca en un banco y tener una visión general del mercado conociendo mejor qué ofrecen otras entidades. El uso de comparadores online puede servir para hacerse una visión global de lo que ofrece el mercado.
2.- Es más difícil negociar con las entidades online: si la negociación es en la sucursal habitual, el cliente tendrá más posibilidades de obtener lo que busca. La antigüedad como cliente suele ser un plus. Las entidades online «tienen productos más estandarizados y es más difícil su negociación», explican los expertos del comparador de hipotecas Credimarket.
3.- Negociar con anticipación y sin prisas: sobretodo si se busca financiación, es importante anticiparse a los acontecimientos y acudir al banco cuanto antes. Cuanta más urgencia tenga menor será el margen de tiempo para negociar.
4.- Sacar provecho de la vinculación: por lo general, bancos y cajas se mostrarán más favorables a entablar una negociación con el cliente si éste se vincula a ellos domiciliando la nómina, recibos o contratando algún tipo de producto. Así, por ejemplo, se conseguirá un mejor interés en un préstamo (hipotecario o personal) si su titular contrata algún tipo de seguro vinculado al mismo.
No obstante, tal y como explican los expertos de Credimarket, «para saber hasta qué punto hay que recompensar al banco es imprescindible hacer cálculos en cada caso para saber el coste de oportunidad que implicará esta decisión».
En muchas ocasiones, si al domiciliar la nómina accede a algún tipo de regalo o cierta rentabilidad, deberá cumplir un periodo de permanencia más o menos elevado en la entidad, lo que podría hacer que no se beneficiara de las ventajas ofrecidas por otra entidad financiera.
5.- Tener claros los factores que determinarán el éxito de la negociación: si lo que está buscando es financiación, el banco no aceptará nunca una operación sin analizar antes varios factores clave como la capacidad de endeudamiento del cliente, su historial crediticio o si cuenta con avales suficientes para garantizar la operación.
Tampoco aceptará nunca concederle un crédito si se encuentra en un fichero de morosos. La cuantía del préstamo (cuantías demasiado altas despiertan más recelos), el plazo de amortización e incluso la edad, la situación laboral y la situación sentimental (si está casado, divorciado, etc…) serán también claves para llevar a buen puerto la negociación.