La mayoría de tarjetas de crédito que se pueden suscribir en España llevan asociados uno o varios seguros cuyas coberturas pueden variar. No sólo en función de la entidad, sino también pueden ser diferentes según el tipo de tarjeta.
No es lo mismo una de las conocidas como classic, en las que los beneficios son más básicos, que una oro o platino, en las que las coberturas son más amplias.
Es habitual que los seguros no supongan ningún coste extra a los titulares de las tarjetas, ya que acostumbran a estar incluidos en la cuota de mantenimiento de la misma.
Con todo, muchos titulares de tarjetas ignoran la existencia de los seguros. El motivo: quedan ocultos en el mar de apartados, entre comisiones, límites y otras condiciones, del documento que se firma al suscribirlas. Así, si se quiere saber cuáles dispone la nuestra, sólo hay que echar un vistazo al contrato, y si se ha perdido, se puede pedir una nueva copia a la entidad bancaria.
Y, como hay un puente a la vuelta de la esquina, no está de más saber si nuestra tarjeta incluye algún seguro por si, esperemos que no, se tenga que hacer uso de él. Detallamos algunos de ellos:
- Seguro de viaje o accidentes: Cubre cualquier contratiempo que pueda sufrir el titular de la tarjeta en el desplazamiento. Lo más habitual: gastos médicos en el caso de caer enfermo en el extranjero, repatriación del afectado más algún acompañante si tuviera que regresar a españa, asistencia legal…
- Seguro de daño o pérdida de equipaje: Si la maleta sufre algún desperfecto, se pierde parte del contenido o se extravía en su totalidad son algunos de los supuestos en los que se puede utilizar.
- Seguro por robo o extravío: Costea los gastos que se hayan hecho con la tarjeta, después de que la hayan robado o se haya perdido, hasta 72 horas antes de haberlo notificado a la entidad a la que se ha contratado.
- Seguro contra fraudes: Si alguien usara de forma fraudulenta la tarjeta, por ejemplo, después de clonarla. El plazo de denuncia es de hasta 10 días.
- Seguro de protección de compras: Se aplica en el caso que se pierda o roben una tarjeta y se hagan compras con ellas. También puede cubrir el caso de atracos en cajeros.
Para que estos seguros se puedan aplicar, el viaje se tiene que haber pagado con ella.