La comisión por alta y por renovación suele ser una de las primeras comisiones en analizar antes de contratar una tarjeta de crédito. Sobre todo, teniendo en cuenta que existen tarjetas en el mercado que cobran hasta 40 euros por alta y hasta 80 euros por renovación.
Librarse, por tanto, de estas comisiones es un buen reclamo publicitario. Pero no es suficiente. Algunas de estas tarjetas de crédito «gratuitas» son únicamente de pago aplazado y aplican intereses más elevados.
Así, por ejemplo, la Tarjeta clásica Obsidiana del grupo Bankinter aplica un tipo de interés nominal (TIN) del 1,66% lo que corresponde a una TAE del 21,84%.
Pero, además, esta tarjeta está emitida con un pago mensual desde el 2,5% del saldo dispuesto (mínimo 18 euros), es decir, que, por defecto, cada mes se pagará el 2,5% del saldo disponible, y el resto (un 97,5%) será aplazado y devengará intereses al 1,66% mensual.
Pero éste, siendo uno de los principales inconvenientes que presentan algunas de estas tarjetas no es el único. Muchas de ellas se ofrecen gratis sólo durante el primer año. Para conseguir que la gratuidad sea para toda la vida de la tarjeta exigen algún tipo de condición adicional que habrá que tener muy en cuenta.
Este es el caso de la Tarjeta BankiaLink crédito. Gratis durante el primer año. A partir del segundo seguirá siendo gratuita siempre que se superen los 4.000 euros en compras en comercios durante un año. En caso contrario, avisa la entidad, la cuota por renovación será de 34 euros.
Algo similar ocurre con la tarjeta crédito aplazado Visa Dinámica de Banco Gallego. Gratuita el primer año y también el resto si se utiliza al menos 3 veces al año o se realiza un consumo superior a 400 euros. En caso contrario, la cuota de mantenimiento será de 18 euros.
Aunque algunas de estas tarjetas se pueden contratar sin la necesidad de cambiar de banco (caso, por ejemplo, de la tarjeta Citi Oro de Citibank) no ocurre lo mismo con muchas otras que exigen abrir una cuenta asociada a la entidad (con los gastos que ello conlleva).
Sería el caso de la tarjeta de crédito de iBanesto.com (asociada a la Cuenta Azul), de la tarjeta Evo Mastercard Crédito de Evo Banco (asociada a la Cuenta Inteligente de Evo Banco) o de la Tarjeta Visa Oro de ING Direct. En este último caso, además, si el cliente deja de domiciliar su nómina en la Cuenta Nómina o deja de ingresar 1.000 euros o no mantiene un saldo mínimo de 2.000 euros en la Cuenta Sin Nómina, pagará una cuota anual de mantenimiento por la tarjeta de 20 euros.
Eso si, la mayoría de estas tarjetas están sujetas a campañas y promociones con atractivos descuentos. Así, por ejemplo, la Tarjeta Visa Familia db de Deutsche Bank ofrece una devolución del 3% de todas las compras realizadas en grandes superficies y farmacias. Mientras que la Tarjeta Visa Barclaycard ofrece un 3% de descuento en compras superiores a 150 euros en grandes almacenes, supermercados y principales firmas (con un importe máximo de devolución mensual de 10 euros).
En definitiva, el «gratis total» de estas tarjetas de crédito puede resultar caro si no se presta atención al resto de condiciones contractuales de la misma.