Telefónica Remesas SA ha sido la primera empresa no bancaria que autoriza el Banco de España para operar como Entidad de Pago. A esta filial de Telefónica le seguirán probablemente otras grandes firmas de sectores tales como telecomunicaciones o grandes superficies.
Esta normativa, originada por la trasposición al ordenamiento jurídico español de una directiva europea, busca armonizar el marco legal de la prestación de servicios de pago en la UE (ingresos y retirada de efectivo en cuentas de pago, tarjetas de crédito, domiciliaciones, transferencias, etc).
Los requisitos principales que se exigen a una empresa para poder ser Entidad de Pago son:
- Ser una sociedad mercantil domiciliada en territorio español.
- Tener un capital mínimo determinado (de entre 20.000 y 150.000 euros según los servicios de pago que preste).
- Idoneidad de los administradores, directivos y accionistas con participaciones significativas, en base a criterios de honorabilidad comercial, profesional y solvencia patrimonial.
- Tener una póliza de de seguros o garantía equiparable que cubra a los clientes en caso de concurso de acreedores de la Entidad de Pago.
- Sólidos procedimientos de gestión corporativa.
- Estar inscrita en el registro de entidades de pago e inscribir en el registro de altos cargos a los administradores y directores generales del Banco de España.
Las Entidades de Pago podrán solicitar prestar uno o varios de los siguientes servicios:
Servicios de medios de pago entre países
Uno de los objetivos primordiales de toda esta normativa es potenciar la competencia transfronteriza entre entidades. Para ello se regula tanto la entrada de Entidades de Pago en España procedente de países miembros y de fuera de la UE.
De las entidades de fuera de la UE destacar que se les exige contar con al menos una persona responsable de la gestión de la sucursal en España y que se les puede denegar la autorización en base a criterios de reciprocidad (por ejemplo si el país de origen no autoriza a entidades españolas a operar en él).
Se facilita enormemente el establecimiento de entidades de pago en diferentes estados miembros, ya que sólo se condiciona la apertura en España de sucursales a que el Banco de España reciba una comunicación de la autoridad supervisora del país de origen.
La finalidad del sistema es conseguir que si hay una moneda única y libertad de circulación de capitales, también haya un mercado único de medios de pago.
Una cuenta de pago no es una cuenta corriente
Las cuentas corrientes sólo se pueden contratar un cliente en una entidad financiera (banco, caja de ahorros y cooperativas de crédito).
Las cuentas de pago, en cambio, se podrán contratar con una EP, sirviendo solamente de contrato marco para realizar las operaciones de pago (acción, iniciada por el ordenante o por el beneficiario, consistente en situar, transferir o retirar fondos, con independencia de cualesquiera obligaciones subyacentes entre ambos) autorizadas , no considerándose la aportación de fondos como depósitos u otros fondos reembolsables. Las cuentas de pago no devengarán intereses en ningún caso.
Por tanto, en una cuenta de pago no se podrán asociar imposiciones a plazos fijos, planes de pensiones, fondos de inversión, cuentas de valores ni el resto el productos propios de las entidades financieras.
Caso Telefónica
La filial Telefónica remesas SA ha solicitado y ha sido autorizada a actuar como Entidad de Pago, pero no para todos los servicios posibles sino sólo para remesas.
Las remesas son el dinero que los inmigrantes envían a su país de origen, normalmente a sus familias, y siempre sin contrapartida.
A medio plazo la estrategia de las empresas de telefonía podría pasar por hacer real el siguiente eslogan:
«Paga tu factura del móvil sin pasar por el banco»
Publicado el 24/11/2010 en Invertia
