Exitosa, incansable y poderosa, así es Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde 2011. En este artículo repasamos su trayectoria profesional, llena de éxitos, y en la que se ha abierto paso entre las élites políticas y económicas copadas por hombres.
Nacida en París hace 58 años, es una de las mujeres más influyentes y con más poder del mundo. Es madre de dos hijos, una reconocida abogada y, además de tener una carrera política muy destacada, en su juventud formó parte del equipo nacional francés de natación sincronizada. Lagarde se ha divorciado dos veces y desde 2006 su pareja es el empresario marsellés Xavier Giocanti.
Lagarde ha sido la primera en muchos ámbitos. Ha sido la primera mujer en dirigir el prestigioso bufete Baker & McKenzie, la primera ministra de Economía de su país y también la primera en ocupar este cargo entre los países del G8.
Ahora es la única mujer que ha dirigido el FMI. Y, además, en el contexto de una de las mayores crisis financieras.
Formación e inicios profesionales
Christine Lagarde estudió Derecho en la Universidad de París X Nanterre en 1974 e hizo un máster en Ciencias Políticas en el Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence.
Trabajó de abogada en Francia y Estados Unidos, donde, entre otros cargos, fue asistente en el Capitolio de los Estados Unidos.
Carrera de éxito como abogada
Pero el gran recorrido de Lagarde como abogada empezó en el prestigioso bufete Baker & McKenzie, para el que fichó en 1981. Se encargó de los casos principales laborales y de antimonopolio.
En tan solo seis años la hicieron socia y fue designada como la encargada del bufete en Europa. En 1995 entró a formar parte del comité ejecutivo y en 1999 pasó a ser la presidenta de la empresa, siendo la primera mujer en ocupar el cargo, que ostentó hasta 2004.
Además, abrió el Centro de Derecho Europeo, una oficina del mismo bufete, con sede en Bruselas, dedicada a la práctica del derecho en la Unión Europea.
El salto a la política
Aunque Lagarde siempre ha estado muy interesada en la política, no fue hasta 2005 cuando pasó a formar parte de las filas de un partido político, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), y cuando entró a formar parte de un gobierno francés.
En ese caso fue la Ministra Delegada para el Comercio Exterior durante el ejecutivo de Dominique Villepin. Dos años más tarde ocupó la cartera de Agricultura y Pesca bajo la mandato de François Fillon.
Poco después fue la responsable de dirigir el Ministerio de Economía, Industria y Empleo hasta 2011, convirtiéndose, así, en la primera mujer a cargo de la política económica en Francia y también la primera en un país del G8.
La llegada al FMI
En julio de 2011, después de la dimisión de Dominique Strauss-Kahn, fue nombrada Directora Gerente y Presidenta del Fondo Monetario Internacional para los próximos cinco años.
Lagarde ya ha pasado por el ecuador de su mandato, en plena crisis financiera mundial. La directora del FMI ha fomentado distintas políticas para impulsar el crecimiento económico mundial, sobre todo en mercados emergentes, tal y como se desprende de las propias previsiones del FMI para este 2014.
Una mujer con influencia y poder
En 2009, la publicación Financial Times nombró Christine Lagarde como una de las mejores ministras de Finanzas de la Eurozona.
Su influencia ha ido en aumento desde que encabeza el FMI. Como cada año, la revista Forbes publica los rankings de las personas más ricas, famosas o influyentes del mundo.
En 2013, Lagarde ocupó el puesto 35 entre las personas más poderosas del mundo. Y asciende hasta el séptimo lugar entre las mujeres con más poder, solo por detrás de personalidades como Angela Merkel, Michelle Obama o Hillary Clinton.
También ha tenido cierto reconocimiento en el mundo cinematográfico, en 2010 apareció en el reportaje ‘Inside Job‘, que ganó el Óscar al mejor documental.
Un año más tarde, la actriz Laila Robins dio vida a Lagarde como ministra de Economía francesa en la película ‘Too big to fail’ de la cadena HBO (film basado en el libro homónimo escrito por el periodista de The New York Times, Andrew Ross Sorkin).
Foto: Vogue