martes, 3 diciembre 2024
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    Rentas vitalicias: qué son, cómo funcionan, alternativas

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    Entre los productos para ahorrar de cara a la jubilación encontramos las rentas vitalicias. Te explicamos sus características y analizamos sus ventajas y desventajas, además de otros aspectos aquí.

    Qué es una renta vitalicia

    La renta vitalicia es algo más que un producto financiero. Y es que en ella encontramos una póliza de vida (es un tipo de seguro de vida), un producto de ahorro (es una póliza de ahorro) y un producto financiero (permite la inversión y garantiza rentabilidad).

    El objetivo que persiguen las rentas vitalicias es garantizar un capital (más unos beneficios de entre el 1 % y el 1,5 %) por su dinero para el tomador, que recibirá en forma de renta vitalicia: para el resto de sus días.

    Es decir, es una póliza de ahorro pero también de vida porque:

    • Te permite ahorrar de cara a tu futuro: al alcanzar determinada edad recibirás una renta vitalicia.
    • Es un tipo de póliza de vida: se contrata con una aseguradora (hay entidades de crédito que también las comercializan).

    ¿Quién puede contratar una renta vitalicia?

    Las rentas vitalicias están pensadas para personas entre, aproximadamente, 50 y 70 años que estén planificando la jubilación, que llegará a medio y corto plazo. Porque uno de los atractivos fiscales de las rentas vitalicias es que son mayores cuanto mayor sea el titular.

    Explicado con números: la renta vitalicia tributa como rendimiento de capital mobiliario. Y el porcentaje parte del 40 % (para menores de 40 años) hasta llegar al 8 % (a partir de los 70 años).

    Además, si se constituye la renta vitalicia a partir de la venta de un inmueble (se deben tener más de 65 años), estará exenta de tributar en el IRPF siempre y cuando la prima inicial no supere los 250.000 euros.

    Cómo funcionan las rentas vitalicias

    Las rentas vitalicias son un tipo de seguro de ahorro de prima única. El tomador hace una aportación inicial, en el momento de constituirse o en varios pagos periódicos, durante un tiempo pactado.

    Y a partir de esa cantidad se garantiza una renta mensual (o con la periodicidad que se establezca) de por vida a partir de una determinada edad. La cuantía de la renta mensual dependerá del capital inicial aportado.

    Además, la renta que se recibirá será mayor o menor en función de si la renta vitalicia tiene un contraseguro: si se establece que se puede recuperar el dinero invertido por parte de los herederos.

    En general, están pensadas para ahorrar para el momento de la jubilación, pero hay ocasiones en las que se puede rescatar el capital aportado anticipadamente, aunque hay riesgo de pérdida de capital.

    ¿Cómo se constituyen las rentas vitalicias?

    Hay tantas como formas de constituir una renta vitalicia como maneras de obtener liquidez o ganancias patrimoniales. Te listamos las más comunes:

    • Tras la venta de una casa. En el caso que hubiera ganancias patrimoniales, además, te evitarías pagar el IRPF al respecto. Eso sí, para aplicar esta deducción debes tener más de 65 años y la prima inicial no debe superar los 240.000 euros.
    • Si tienes unos ahorros considerables si quieres contar con una renta vitalicia medianamente aceptable. Según un informe de Analistas Financieros Internacionales (Afi), se precisa de un capital inicial de 63.000 euros para poder recibir una renta mensual de 350 euros.
    • Si tienes ganancias patrimoniales por transmisión de valores (obligaciones, bonos, etc.).
    • Tras la venta de cualquier activo que genere ganancia patrimonial (desde una licencia de taxi hasta acciones o unas tierras).

    Tipos de rentas vitalicias

    Existen varios tipos de rentas vitalicias y, dentro de cada uno de ellos, diferentes modalidades. Aquí te listamos las principales, en los siguientes apartados te los ampliamos:

    • Renta vitalicia según el plazo de cobro
    • Renta vitalicia según el destino de la renta
    • Renta vitalicia según el tipo de rescate

    Rentas vitalicias según el plazo de cobro

    Las rentas vitalicias según el plazo de cobro cuentan, en general, con una fórmula de contraseguro (un complemento que permite el reembolso de las primas pagadas). En cualquier caso, se subdividen en dos: 

    • Rentas vitalicias inmediatas: La inmediatez es la clave. Dispones del dinero casi de forma inmediata, pero en forma de renta. De hecho, puedes constituir una renta vitalicia y empezar a cobrarla al mes siguiente.
    • Rentas vitalicias diferidas: En el momento de contratación, se cuándo se empezará a cobrar la renta mensual. Habitualmente se constituyen de cara a cumplimentar la pensión de jubilación. Si el tomador falleciera antes de tiempo, los herederos recibirán parte del capital invertido (con herencia parcial) o todo (con herencia total), si ha firmado una modalidad de renta vitalicia con herencia.

    Tipos de rentas vitalicias según el destino de la renta

    Hay otra forma de clasificar las rentas vitalicias que tiene que ver con el destino de la renta. Es decir, quién la recibirá o puede recibir:

    • Rentas vitalicias con reversión. El asegurado percibe la renta hasta el momento del fallecimiento. Si hay reversión, la renta pasa al beneficiario de la misma (se indica en el contrato de la renta).
    • Rentas vitalicias sin reversión: En el momento en que fallezca el titular, la prima no consumida será para la aseguradora. Los herederos no van a poder reclamar nada. Además, no hay posibilidad de rescate. La cuantía mensual que se percibe es mayor porque la aseguradora asume menos riesgo. 

    Tipos de rentas vitalicias en función del rescate

    Las rentas vitalicias también se pueden dividir en función de cómo se recibirá el dienro cada mes. Aquí intervienen múltiples variables: el capital inicial, la posibilidad de rescate o de recuperación del capital:

    • Renta constante o capital reservado. Son las únicas que dan la posibilidad de rescatar el capital invertido mediante la cancelación del seguro. Si es el titular el que rescata el capital, cobrará el valor de mercado de la inversión vinculada a esta póliza. Y en caso de fallecer el titular, el beneficiario designado (o los herederos forzosos si no hubiera beneficiarios) podrían recuperar la prima inicial.
    • Renta vitalicia de capital cedido. No hay ni opción de rescate ni posibilidad de recuperar el capital invertido en caso de fallecimiento. Es decir, la prima no es transmisible en una herencia. En esta modalidad, el seguro se mantiene hasta el fallecimiento del titular. La contraprestación positiva es que la renta mensual es mayor.
    • Rentas vitalicias mixtas. Permiten rescatar a valor de mercado y, en caso de fallecimiento, los beneficiarios designados pueden recuperar un porcentaje de la prima inicial que irá decreciendo a medida que vayan pasando años desde la contratación.

    Ventajas de las rentas vitalicias

    En este apartado te vamos a listar las ventajas de las rentas vitalicias (más adelante, y para que puedas valorar con sentido, te detallaremos las desventajas).

    • Son una forma de garantizar que tendrás dinero para compensar la falta de ingresos cuando te jubiles.
    • Tienen ventajas fiscales (su atractivo crece en paralelo a la edad del titular).
    • Tributan como rendimiento de capital mobiliario.
    • Son transmisibles en una herencia.
    • Permiten designar a un único beneficiario.

    Desventajas de las rentas vitalicias

    De la misma manera que te hemos listado los pros de las rentas vitalicias, aquí te explicamos sus desventajas:

    • Su rentabilidad es baja. De hecho se sitúa por debajo de la inflación: entre un 1 % y un 1,5 %.
    • Hay riesgo de pérdida de capital, si escoges una modalidad sin opción de rescate, recuperación o reversión.
    • Se precisa de un capital inicial importante.
    • No solucionan, la disminución de ingresos que conlleva la jubilación. Solo sirven para compensar o complementar la pensión pública.

    Rentas vitalicias y seguros de vida

    Una renta vitalicia no es un seguro de vida como tal. De hecho, y aunque existe sí existe la posibilidad de que, en caso de fallecimiento del titular de la renta vitalicia, sus herederos reciban ese capital, se deben dar una serie de requisitos.

    Y es esta, precisamente, su principal diferencia frente a un seguro de vida al uso (un seguro de vida riesgo), en el que el principal objetivo es dejar un capital a los beneficiarios designados, que recibirían en el momento de fallecer el tomador. Sí o sí.

    Con todo, y si la parte que más te interesa de la renta vitalicia es la posibilidad de que tus hijos hereden la renta o recuperen el capital aportado, quizás te encaje mejor un seguro de vida. Tampoco tienes por qué renunciar a nada: puedes garantizar una renta vitalicia mayor renunciando a la cobertura de fallecimiento y cubrir esa parte con una póliza de vida.

    Y si necesitas valorar varias opciones o el apoyo de manos expertas, en el comparador de seguros de vida de Acierto.com encontrarás las mejores opciones para ti. Fácil, rápido y online.

    Maica López
    Maica López
    Periodista especializada en información financiera. En CrediMarket.com desde 2013. Antes he trabajado en Bankimia y 20 minutos, entre otros. Me encanta la novela negra, la música y bailar jazz.
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