Si bien el proceso de migración empezó tiempo atrás, los nuevos instrumentos SEPA (siglas en inglés de Zona Única de Pagos en Euros) serán de obligada aplicación en breve.
En apenas 140 días, el 1 de febrero de 2014, se unificarán las condiciones básicas en transferencias y adeudos nacionales (domiciliaciones) en hasta 33 estados europeos.
La puesta en marcha del SEPA significa un paso más a la integración económica y monetaria europea. Y tiene por objetivo aunar los modelos de pago para los clientes de banca de diferentes países del Viejo Continente.
Pero, ¿qué implicará el SEPA? ¿Qué países lo configuran? ¿A qué productos afectará? ¿En qué estado se encuentra la migración de productos hacia él en España? Respondemos a las principales preguntas entorno a la nueva zona de pagos.
¿Qué es el SEPA?
Se trata de la unificación de condiciones entre los clientes de banca, que podrán hacer y recibir pagos sin diferencias ni especificidades, ya tenga la operación como destino el mismo país u otro diferente.
Así, todos se regirán por las mismas normas y condiciones a la hora de hacer transferencias, domiciliaciones, pagos con tarjetas… Todas estas operaciones se podrán llevar a cabo como si se tratara de una transacción nacional.
En España, más del 50% de los instrumentos implicados han realizado ya la migración al nuevo sistema, según datos del Banco de España.
¿Qué organismos controlan el cambio?
Básicamente dos: el Observatorio para la Migración a SEPA y la Comisión de Seguimiento de la Migración a SEPA.
El Banco de España preside el primero. Lo configuran también asociaciones bancarias españolas, las infraestructuras españolas procesadoras de operaciones de pago y de los usuarios de los servicios de pago.
Por su parte, la Comisión de Seguimiento de la Migración a SEPA está formada por cuatro entidades nombradas por al Asociación Española de Banca (AEB), otras cuatro escogidas por la Asociación Nacional y Ente Financiero de las Cajas de Ahorros y dos por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC).
También la integran infraestructuras procesadoras de pagos y representantes del Comité Europeo de Pagos (EPC). La presidencia recae en un miembro del EPC y el Banco de España.
¿Qué países formarán parte?
Un total de 33. Los miembros del Espacio Económico Europea, que integran los 28 estados que configuran la Unión Europea, además de Liechtenstein, Islandia y Noruega, y Suiza y Mónaco.
¿Qué supondrá para los usuarios?
Más comodidad, mayor rapidez y mejor seguridad. Son tres de las bazas con las que juega el SEPA, según afirma la web de la zona de pagos.
Y es que, entre otros, los usuarios podrán realizar los pagos en euros dentro de la zona implicada con una única cuenta y se eliminarán las barreras en los pagos internacionales.
En este sentido, se igualarán las comisiones pues la normativa establece la igualdad de precios entre los pagos transfronterizos y los nacionales equivalentes dentro del Espacio Económico Europeo, y se asignará según la política de precios de la entidad. No influirá en la comisión el importe de la operación que se realice.
Los usuarios también ganarán en velocidad, dado que se intensificará el uso de avances tecnológicos, como la factura electrónica. De hecho, se establece en un día hábil el plazo para que el beneficiario reciba una transferencia SEPA.
También se podrán retornar recibos siempre que haya un envío duplicado, que la transferencia sea errónea por problemas técnicos o porque sea fraudulenta. Habrá un plazo de 10 días hábiles tras la fecha de ejecución de la misma.
¿A qué operaciones afectará?
Básicamente a las transferencias, las tarjetas de crédito, los adeudos directos y los adeudos directos B2B. Lo concretamos:
- Transferencia: Se podrán hacer sin límites de importe entre cuentas bancarias de clientes de la zona SEPA. Se efectuarán de forma electrónica y automatizada.
- Tarjetas: Los titulares de tarjetas podrán hacer pagos y retirar efectivo en euros dentro de la zona SEPA como si lo hicieran en su propio país.
- Adeudo directo: Es lo que se conoce como domiciliación. Esto es, un acreedor inicia una operación de pago, que debe abonar el titular de una cuenta.
- Adeudo directo B2B (Business to business): El deudor y el acreedor han de ser empresas o autónomos (no consumidores). Usan, de mutuo acuerdo, el servicio de adeudos directos B2B en sus transacciones comerciales.
¿Cómo sé si mis cuentas están preparadas para el proceso?
En las cuentas bancarias deben incorporar un código adicional, el IBAN, acrónimo de Bank Account Number. Está formado por cuatro caracteres iniciales, dos correspondientes al país y otros dos de control, y un número de 20 dígitos que identifica la cuenta. Facilitando este código se podrán llevar a cabo las transferencias.
En cuanto a las tarjetas, tanto las de débito como las de crédito, incluyen el chip EMV. La mayoría de las emitidas en España lo llevan de serie. Obliga a teclear el número secreto de la tarjeta (PIN) a cuando se usa.