1 de enero de 2002. En esa fecha, empezó el adiós definitivo la peseta: aún le quedaban por delante dos meses de convivencia con la moneda única europea. Así, el 1 de marzo “la rubia” desapareció del mapa monetario español. Y junto a ella, se esfumaron los francos franceses, los marcos alemanes, las liras italianas, los dracmas griegos…
Pero a pesar de compartir moneda, y participar de un sistema de producción descentralizada según las directrices del Banco Central Europeo, cada país de la eurozona sigue fabricando billetes y acuñando monedas.
Desde 2002, cada país es el encargado de fabricar un número determinado de billetes. En España, además de recibirlos de otros bancos centrales de países europeos, los elaboran la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda (FNMT). Y el Banco de España los pone en circulación.
En un principio, una parte de los billetes de 20 euros y 50 euros que se utilizan en Europa se fabricaron en España. Más adelante también se añadió la producción del de cinco euros.
Por otra parte, el banco central de cada estado solicita la impresión de los billetes. Una letra delante del número de serie del mismo indica cuál es el país de origen. ¿Quieres saber de dónde procede el billete que tienes en la cartera? En esta tabla te indicamos a qué país corresponde cada letra: