WiZink, la nueva filial de tarjetas de crédito y soluciones de ahorro de Värde Partners y Banco Popular, antiguo bancopopular-es, tiene como objetivo duplicar el valor de la compañía en tres años para ponerla en mercado y buscar así la salida de Värde del capital. Iñaki Perkins, director general de WiZink, asegura que la filial va por el buen camino para cumplir esta meta.
La filial de Värde – que tiene un 51% del capital- y Popular -con el 49% restante- ha obtenido una rentabilidad sobre fondos propios (ROE) del 18% en el primer trimestre, un nivel que el sector no registra desde antes de la crisis y descarta recuperar en el futuro. Otro de los objetivos de WiZink es consolidar esa rentabilidad entre el 16% – 17%.
Esta nueva marca tenía un valor en libros de 430 millones a finales de 2015, aunque posteriormente firmó la compra del negocio de Barclaycard en España y Portugal, que espera cerrar en el último trimestre. Se estima que el precio fue de unos 400 millones.
Perkins remarca que «es una fusión de negocios muy coherente», ya que la actividad de Barclaycard en Portugal procedía de Citi y Bancopopular-e, se creó en España como unión del negocio de tarjetas de Popular y Citi. Cuenta con una cuota de mercado aproximada del 6%, sin tener en cuenta la adquisición de Barclaycard.
La entidad tiene 2,5 millones de clientes, gestiona 1.800 millones de euros en saldos de tarjetas y más de 2.300 en depósitos. Cuando antes de fin de año integre el negocio de Barclays sumará otros 800.000 clientes, de los que 500.000 son portugueses y 1.500 millones en saldos de clientes.
La filial dispone de 700 empleados y los 500 procedentes de Barclays se incorporarán al proyecto, sin contemplar ajustes. Adicionalmente tiene 1.000 personas vendiendo los productos todos los días a través de agencias externas.
La estrategia de WiZink es crecer a través de las sucursales de Popular y canales directos, como el telefónico y stands en centros comerciales y aeropuertos, entre otros.