No cualquier formación sirve para trabajar en banca. En los últimos años, con la entrada en vigor de varias normas que regulan aún más el sector, se ha hecho imprescindible la acreditación de ciertos conocimientos que garantizan que la persona que nos atiende tiene competencias en la materia. Sabe de lo que habla. Te lo explicamos.
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Desarrollar una profesión en banca: una vocación para muchos. Hace años no existían en España grandes requisitos u obligaciones de formación para acceder a un puesto en un banco.
Bastaba con tener conocimientos al respecto, ya fueran más o menos amplios, e ir aumentándolos gracias a la experiencia y las formaciones que se pudieran llevar a cabo en la entidad o fuera de ella.
Con el tiempo, se han incrementado las exigencias y, aunque todavía no hay una carrera, grado o titulación específicos sobre banca, sí se requiere que los profesionales de banca tengan conocimientos relacionados con la profesión, y lo puedan acreditar Con la economía, la administración y las empresas.
¿Qué grados ayudan?
Disponer de un grado como en Contabilidad y Finanzas, en Economía, en Derecho o en Administración y Dirección de Empresas es un buen inicio. Y más aún si se tiene o se está cursando un máster o postgrado específico, como Asesoramiento Financiero y Bancario.
Con todo, se puede desarrollar una actividad profesional en un banco, aunque no se tengan estudios universitarios como tal, pero sí una formación profesional como, por ejemplo, la de Técnico Superior en Administración y finanzas, o Bachillerato y alguna formación extra relacionada.
Sea como sea, hay que señalar que es obligatoria la obtención de ciertas certificaciones formativas. El Banco de España, a través de la normativa LCCI y la CNMV a través de la normativa MIFID II exige que los empleados y colaboradores de las entidades bancarias acrediten conocimientos específicos, según la actividad a desarrollar.
Por ejemplo, según establece la Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario, para poder asesorar sobre temas hipotecarios se debe contar con la certificación LCCI.
Y a tenor de la normativa MIFID, que unifica y regula los servicios financieros de la Unión Europea, se necesitan unas certificaciones oficiales para asesorar en materia de inversión.
Cada banco tiene sus requisitos
Como hemos comentado, más allá de formaciones concretas en función de las áreas que se quieran desarrollar, no existen unos estudios específicos para trabajar en banca. Y, a pesar de las regulaciones más estrictas en el sector, cada entidad tiene sus propios requisitos, como empresas privadas que son.
Así, los hay que ofertan puestos específicos, dentro de distintas áreas, para estudiantes, para personas acabadas o para quienes ya tienen experiencia en el sector, como hace Banco Santander o BBVA, por ejemplo, en sus páginas web.
Un caso concreto
Ya has visto que cada entidad tiene sus propios requerimientos. Vamos a ver ahora un caso concreto, el de Banco Mediolanum y sus Family Bankers. La formación de estos asesores financieros independientes y autónomos es variada (para poder desempeñar con conocimiento los diferentes ámbitos financieros que tocan) y continua.
Así, a los aspirantes a Family Banker se les exige completar formaciones oficiales en las áreas de seguros (reconocidas por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones) y normativa (como en prevención de blanqueo de capitales, protección de datos, código ético de la profesión, normas de conducta…).
Y se les introduce en los principios de la directiva MIFID. Además, reciben horas de formación interna obligatoria.
Durante el primer año, además de seguir con la formación interna, se preparan para conseguir la certificación que exige la normativa MIFID para prestar asesoramiento. Según fija la Guía Técnica 4/2017 de la CNMV (la Comisión Nacional del Mercado de Valores), esta acredita que el titular tiene conocimientos y competencias necesarias para asesorar en materia de inversión.
Y, también, para lograr la certificación LCCI que, como hemos explicado antes, permite asesorar sobre crédito inmobiliario.
Finalmente, y a lo largo de su vida profesional, un Family Banker de Banco Mediolanum irá reciclando los títulos que le acreditan como asesor financiero, de seguros y de crédito inmobiliario y seguirá recibiendo formación para estar al día en sus conocimientos.
Como hemos visto, aunque no existen unos estudios concretos, cada vez se piden más certificaciones que acreditan conocimientos en un sector, el de la banca, sometido a cambio, con una regulación cada vez más estricta.