Morirse tiene un precio. Según datos de varios estudios, un funeral puede llegar a costar en España entre 3.500 y 6.500 euros, aunque puede variar en función del tipo de ceremonia y la comunidad. Desglosamos aquí los gastos más habituales.
¿Cuánto cuesta morirse en España?
Morirse no es barato. Al dolor emocional de los seres queridos, se une el precio económico de todos los trámites que conlleva fallecer (desde los gastos que genera la ceremonia de despedida a ciertos trámites que sí o sí se tienen que realizar).
Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), morir en España, si no se tiene un seguro de decesos, cuesta entre 3.500 euros y 6.500 euros. Este precio depende de varios factores. Entre otros:
- Tipo de ceremonia que se quiera llevar a cabo: un entierro “digno, sin lujos ni grandes extras” ascendería a 3.739 euros, mientras que un servicio funerario con cremación alcanzaría los 3.617 euros, según datos de la OCU.
- La zona donde se fallece: en Zamora o Santa Cruz de Tenerife es más barato que en Girona o Madrid, según el estudio ¿Quién paga más por la muerte en España?, de UNESPA.
Cómo se cubren los gastos de un entierro
Los gastos funerarios deben ser sufragados siempre, aunque la persona fallecida no tuviera bienes. De hecho, el Código Civil precisa que deberán ser pagados “aunque el difunto no hubiese dejado bienes, por aquellos que en vida habrían tenido la obligación de alimentarle”.
Por el contrario, las autoridades locales deberán hacerse cargo del entierro si nadie reclamara el cuerpo del difunto o este no tuviera familiares. Igualmente, podrían tratar de exigir cobrar lo abonado y hacerlo a través de los bienes de la persona fallecida.
En este sentido, y aunque su contratación no es obligatoria en España, es muy recomendable tener un seguro de decesos. Básicamente para tranquilidad, si más no económica, del fallecido y sus familiares.
Cuánto cuesta morirse: el servicio funerario
Te listamos aquí los gastos básicos que encontramos en un servicio funerario, que se pueden incrementar si se incluyen extras:
- Ataúd: es el gasto más caro. Un ataúd cuesta unos 1.200 euros de media pero puede ser mucho más caro en función del tipo de madera, la calidad… En caso de cremación, también es obligatorio disponer de ataúd.
- Tanatorio: su precio también varía en función del lugar y los extras que se hayan incluido.
- Cementerio, ya sea nicho o panteón familiar, en caso de haberlo, o columbario (nicho en el que se depositan las urnas cinerarias).
- Coche fúnebre entre el velatorio y el lugar del entierro.
- Esquela y coronas funerarias.
- Tasas por trámites administrativos (certificado de defunción, últimas voluntades, inscripción de la defunción en el Registro Civil, etcétera).
- Gastos complementarios o extras: catering, servicio musical o de proyección multimedia, etcétera.
Qué incluye un seguro de decesos
Un seguro de decesos, aunque no curará el dolor de la pérdida, si nos puede ayudar en el trance de afrontar la muerte de un familiar. Cada aseguradora tiene su propia oferta, y puede variar en función de las necesidades del titular.
Sea como sea, no solo cubrirá toda la faceta económica, sino que también puede incluir varios servicios que apaciguarán todo el proceso: desde facilitar ayuda a la hora de realizar trámites, organizar ceremonias, apoyo psicológico.
Además, tal y como nos recuerdan los expertos del comparador de seguros de decesos de Acierto.com, puede disfrutarse en vida. Y es que a sus titulares (sobre todo senior, mayores de 70 años) pueden tener coberturas que van desde la asesoría legal y jurídica hasta la asistencia en viajes.