La rentabilidad que ofrecen los depósitos va a menos. Desde octubre de 2012 ha bajado algo más de 1,5 puntos porcentuales: el rendimiento medio que ofrecían hace nueve meses los diez mejores productos del mercado era del 4,842% y en julio, del 3,275%.
Los límites recomendados por el Banco de España a mediados de enero para acabar con la denominada guerra del pasivo tienen mucho que ver. El organismo sugirió una rentabilidad máxima del 1,75% a los depósitos de un año, un 2,25% a los de dos años y un 2,75% a los de plazos superiores. Con todo, aún hay entidades que ofrecen rendimientos por encima de los aconsejados.
Otro factor a tener en cuenta fue la nueva bajada de los tipos de interés, al 0,5%, por parte del Banco Central Europeo y que se llevó a cabo en mayo.
Ante este panorama, y para intentar determinar qué puede suceder en el futuro con los depósitos, uno de los productos de ahorro favoritos por los ahorradores más conservadores, hemos pedido la opinión a dos expertos.
Son la responsable de análisis y producto de Self Bank, Victoria Torre, y la analista de banca de Renta 4, Nuria Álvarez. Aquí mostramos sus previsiones:
Credimarket (B.): ¿Seguirá bajando la rentabilidad de los depósitos?
Victoria Torre (V. T.): En el caso que se produjera una nueva bajada de los tipos de interés, es posible que muchas entidades procedieran a ajustar los tipos que ofrecen en sus depósitos o cuentas remuneradas. Muchos bancos han tomado consciencia de que ofrecer depósitos extratipados supone un deterioro para sus márgenes y han abandonado esta práctica.
Nuria Álvarez (N. Á.): La dirección que vaya a tomar la rentabilidad dependerá en gran medida de la capacidad de cada entidad para soportar un mayor coste, que pueda compensar con mayor rentabilidad del activo o, en su defecto, la asunción de que ese mayor coste pueda traducirse en una mejora de la estructura de financiación que la haga rentable.
B.: ¿Cómo evolucionarán los depósitos en España a corto y medio plazo?
V. T.: La tendencia será mantener las ofertas de rentabilidad a niveles razonables, por lo que no esperamos que las entidades muevan ficha. Aunque, por supuesto, siempre habrá alguna excepción.
N. Á.: A corto-medio plazo creemos que las rentabilidades en depósitos continuarán presionadas a la baja o, al menos, a los niveles actuales sin perspectivas de subidas.
B.: ¿Podrían volver las rentabilidades generalizadas cercanas al 5%?
V. T.: No es descartable. Cuando empiece a revertir la tendencia a la baja en los tipos de interés, los tipos de los depósitos y de las cuentas imitarán la tendencia. Pero es un efecto lógico que no está previsto que ocurra a corto plazo.
N. Á.: En un futuro todo puede ser posible: nadie sabe lo que va a ocurrir. Partiendo de ahí, entendemos que es difícil que vuelvan rentabilidades tan elevadas, sobre todo si atendemos a las circunstancias que llevaron a esos niveles: guerra de depósitos, mercados financieros cerrados o prácticamente…
B.: ¿El Banco de España podría retirar la recomendación de los topes en las rentabilidades?
V. T.: La posibilidad está ahí y, de hecho, en los últimos años hemos visto numerosos cambios. Legislaciones acotadas en el tiempo, libertad en el establecimiento de tipos, recomendaciones informales… No tiene sentido una ley que se establezca “para quedarse”. Es importante que las autoridades sepan utilizar la norma adaptándose a las necesidades de cada momento económico. No hay que olvidar que la limitación puede suponer una desventaja de las entidades españolas frente a las extranjeras, que no están sometidas a las limitaciones.
N. Á.: Entendemos que sería factible eliminarlos cuando las dudas sobre la sostenibilidad y viabilidad del sector estén disipadas, con niveles de solvencia que no hagan dudar de los balances y los excesos llevados a cabo anteriormente ya estén totalmente digeridos.
B.: ¿Cómo puede afectar en la rentabilidad la petición que ha hecho el BCE a la banca para que equilibre el balance entre créditos y depósitos?
V. T.: El equilibrio nos parece complicado de lograr, al menos a corto plazo. Nos encontramos con unos bancos con necesidades de liquidez, imprescindible para que a su vez pueda reactivarse el crédito. A día de hoy, y teniendo en cuenta lo delicado de la situación económica y la necesidad de controlar la mora, el grifo del crédito continúa prácticamente cerrado y costará mucho que vaya abriéndose.
N. Á.: No creemos que esta recomendación vaya a suponer un cambio en las estrategias actuales de las entidades que ya contemplan la reducción de este ratio y consecuentemente equilibrar en mayor medida la proporción entre créditos y depósitos.