Libros, material, extraescolares… Hablamos mucho de la cuesta de enero y nos olvidamos de otras pendientes a las que nos enfrentamos a lo largo del año, como la de septiembre. Y aunque parece que queda una eternidad, la tendremos aquí en menos de lo que te esperas. Descubre cómo superarla, de manera airosa, en este post.
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Planificar: clave para superar la cuesta de septiembre
Mucho se habla de la bajada de la inflación en España, pero ciertos precios siguen estando por las nubes. Basta con dar una vuelta por el súper para ver que lo que cuestan algunos productos. Como no, las economías domésticas se ven afectadas. Y más en ciertas etapas del año.
Porque sí, mucho hablamos de la cuesta de enero, pero no tanto de la de septiembre, que tiene una pendiente similar sobre todo para las familias con hijos: inicio de curso, compra materiales y equipaciones deportivas o uniformes, matrículas de extraescolares y, así, hasta el infinito y más allá.
Sea como sea, ambas (tanto la de enero como la de septiembre) se pueden prever. Básicamente, porque nos las marca el calendario. Pero que nos podamos anticipar no es sinónimo de que resulte fácil. Y es que, para ello, necesitamos una buena planificación, una toma de decisiones financieras, que no todos somos capaces de llevar a cabo.
Es en estos casos cuando se hace necesaria, más que nunca, la anticipación. En este sentido, puede resultar de gran ayuda la figura de un profesional de la economía y la banca, que nos acompañe a la hora de organizar nuestras finanzas a corto, medio y largo plazo.
Como los Family Bankers, asesores financieros de Banco Mediolanum, que buscan soluciones personalizadas en función de los objetivos y necesidades de cada ahorrador. Esto es, los guían en la gestión de su ahorro e inversiones.
Más allá de la planificación: tu día a día
Aunque sin una buena planificación, en la actualidad, el poder ahorrar se tercia complicado, es cierto que se pueden llevar acciones, durante nuestro día a día, que nos pueden ayudar. Te damos aquí algunos consejos que te ayudarán:
- Revisa tus gastos, elige y quédate con aquellos que son necesarios o a los que les sacas provecho. Por ejemplo, bórrate del gimnasio si hace meses que no vas, elimina suscripciones que no aprovechas, etcétera.
- Controla las facturas y compara precios con otros proveedores. Por ejemplo, revisa tu factura de la luz o teléfono y mira qué te ofrecen, por lo mismo, en otras compañías.
- Sigue los clásicos tips para ahorrar en el súper, mientras conduces o en el consumo de agua. Tu bolsillo lo agradecerá.
- Revisa tus seguros y compara coberturas con otras compañías.
Aunque seguir estos consejos pueden ahorrarte unos buenos euros al año (al fin y al cabo, gota a gota se llena la bota), la buena planificación es siempre clave. Y, si bien el plazo para organizarse de cara a septiembre puede parecer justo, no lo es para enero. ¿Empezamos?
