jueves, 11 septiembre 2025
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    Qué es el interés compuesto y cómo funciona

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    Si inviertes debes conocer a tu principal aliado, el interés compuesto, que se encargará de multiplicar tu capital sin tener que hacer nada especial. En cambio, si tienes un préstamo o deuda, evita por todos los medios que tenga interés compuesto, ya que, al final, terminarás pagando más dinero.

    Qué es el interés compuesto y fórmula matemática

    El interés compuesto se basa en que el interés se suma al capital inicial, sobre el que se generan nuevos intereses. Por tanto, consiste en reinvertir los intereses generados por una inversión de nuevo. De esta manera, se logran rendimientos sobre el capital inicial y sobre los intereses acumulados. 

    A largo plazo, el interés compuesto tiene la capacidad de hacer crecer tu dinero y multiplicarlo, puesto que los intereses se van capitalizando y con el transcurrir del tiempo el capital inicial irá creciendo exponencialmente, siendo una de las herramientas más valiosas en el mundo de las inversiones. 

    Para calcular el interés compuesto de una inversión tan solo tienes que aplicar la siguiente fórmula matemática:

    Cf = C × (1 + i)n

    • Cf es el capital final.  
    • C es el capital inicial.  
    • i es el tipo de interés.  
    • n es el número de períodos durante los cuales se capitaliza el interés compuesto. 

    Diferencia con el interés simple

    Es importante que tengas clara la diferencia entre interés simple y compuesto, ya que son dos conceptos diferentes. 

    El interés simple se aplica únicamente sobre el capital inicial y además no se reinvierte, de forma que no producirá nuevos intereses. Por ejemplo, una inversión de 5.000 euros al 7 % anual durante cinco años generará 1.750 euros en concepto de intereses. 

    El interés compuesto no solo se aplica sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses acumulados, con lo que se reinvierte. Por ejemplo, una inversión de 1.000 euros con un tipo de interés compuesto del 5 % anual durante tres años generaría 157,63 euros.

    Resumiendo, una inversión con interés compuesto es más beneficiosa que si el interés es simple.

    Cómo funciona el interés compuesto

    El funcionamiento del interés compuesto es el siguiente: el capital inicial se incrementa sucesivamente con el paso del tiempo debido a que se van sumando los intereses, y estos aumentan debido a que se reinvierten.

    De esta forma, el capital inicial se multiplica progresivamente, ya que el interés se irá fijando cada vez sobre un capital más elevado.

    Imagina que dispones de un capital que tienes invertido y que cada ejercicio te va produciendo un interés fijo anual. Tras el primer año, ese interés se calcula sobre el capital inicial. Después del segundo año, el interés se aplica sobre el capital inicial más el interés que se logró anteriormente. Y así año tras año.

    Evidentemente, cuantas más veces se vaya produciendo esta operación, más ganancias se irá logrando, lo que significa que en inversiones a largo plazo es muy rentable el efecto multiplicador que provoca el interés compuesto.

    Ventajas del interés compuesto 

    El interés compuesto aporta una serie de ventajas, siendo las más destacadas las siguientes:

    • El importe del dinero que inviertas irá creciendo de manera sustancial debido a que los intereses acumulados se añaden al capital inicial y sobre el conjunto se aplican los sucesivos intereses.
    • Obtendrás mayores ganancias en términos económicos que si a la inversión se le aplicase el interés simple.
    • Si además tu inversión tiene un horizonte temporal de largo plazo, los beneficios serán mayores.
    • Lo mejor de todo es que no tienes que hacer absolutamente nada, la aplicación del interés compuesto es automática. Por ejemplo, la entidad financiera, el fondo de inversión, etc., se encarga de todo.

    Inconvenientes de este tipo de interés

    Pero el interés compuesto también presenta algunos inconvenientes, como por ejemplo: 

    • El cálculo es más difícil de estimar. Esto significa que cabe la posibilidad de no hacer correctamente dicho cálculo y cometer algún error.
    • Si la inversión es a corto plazo, aunque el interés compuesto sigue superando al interés simple en cuanto a beneficios, la diferencia será muy pequeña, casi simbólica. 
    • Si tienes un préstamo, el interés compuesto jugará en tu contra, puesto que el importe que debes de abonar irá aumentando, ya que los intereses generan a su vez más intereses.  Por tanto, es beneficioso en inversiones, pero perjudicial con préstamos y deudas.

    Ejemplo del interés compuesto

    Imaginemos que inviertes 1.000 euros a un tipo de interés anual del 10 %. Una vez pasado el primer año, habrás obtenido 100 euros en concepto de intereses, con lo que en total habrás pasado de tener 1.000 euros a 1.100.  

    Tras el segundo año, el interés del 10 % no se aplica a tus 1.000 euros iniciales, sino a los 1.100 euros, con lo que pasarás a disponer de 1.210 euros, ya que el interés compuesto se aplica al capital inicial (1.000 euros) más los intereses acumulados (100 euros después del primer ejercicio). 

    Transcurridos diez años, tendrás 2.594 euros, es decir, habrás multiplicado tu inversión inicial de 1.000 euros. En cambio, si el interés hubiese sido simple, habrías obtenido 2.000 euros, 594 euros menos invirtiendo el mismo capital durante el mismo tiempo.

    Para que veas el efecto multiplicador del interés compuesto, vamos a ver su evolución año tras año en una inversión de 10.000 euros con un tipo de interés del 10 %

    • Tras el primer año tendrías en total 11.000 euros
    • Después de 5 años serían 16.105 euros
    • Pasados 10 años, 25.937 euros.
    • Transcurridos 15 años llevarías 41.772 euros
    • Y posteriormente a 20 años un total de 67.275 euros.

    Es decir, el paso del tiempo juega a tu favor y cada año, gracias al interés compuesto, obtendrías mayores beneficios.

    El interés compuesto en préstamos y deudas

    Hemos visto que el interés compuesto es muy beneficioso en las inversiones. En cambio, si hablamos de préstamos, créditos y deudas, ocurre todo lo contrario, teniendo consecuencias importantes que conviene conocer para evitar males mayores.

    Lo que sucede en estos casos es que el importe del préstamo se va incrementando debido a que los intereses se aplican sobre el capital más los intereses acumulados. Cuanto más tiempo retrases el pago del crédito, más se acumulan los intereses. Y si realizas pagos pequeños, no cubrirás los intereses generados en el mes y el importe de la deuda crecerá.     

    Por tanto, si no vas haciendo pagos que sea regulares y además de cuantía suficiente, te encontrarás que a medida que vaya pasando el tiempo, el importe de tu deuda no solo no se reducirá, sino que se incrementará. Además, con un préstamo con interés compuesto terminarás pagando más dinero que con el sistema de amortización francés que se basa en cuotas mensuales fijas.

    Ismael De La Cruz
    Ismael De La Cruz
    Consultor financiero. Colabora en medios de España y Estados Unidos. Durante 12 años ha escrito un artículo semanal en Expansión. Ha sido miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos
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