lunes, 16 septiembre 2024
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    Qué es el impuesto de sucesiones 

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    El impuesto de sucesiones y donaciones grava el aumento patrimonial de una persona tras haber recibido bienes o derechos por parte de otra, bien porque ha fallecido bien porque se lo ha regalado en vida. Aquí vamos a centrarnos en el impuesto de sucesiones, que se aplica cuando una persona ha heredado bienes o derechos tras la muerte de otra.

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    Qué es el impuesto de sucesiones

    El impuesto de sucesiones se engloba en el impuesto de sucesiones y donaciones y grava los bienes o derechos (relación mortis causa) que se reciben en herencia tras el fallecimiento de una persona. Por ejemplo, se hereda de los padres una casa.

    El impuesto de sucesiones presenta dos características. Es: 

    • Progresivo: cuanto más se hereda, más se paga.  
    • Personal: lo tiene que abonar la persona que hereda los bienes o derechos.  

    El impuesto está cedido a las comunidades autónomas, de manera que en unas resultará más caro el tributo y en otras menos o prácticamente simbólico, en función de la política que tengan al respecto.  

    Quién paga el impuesto de sucesiones

    Las personas que deben pagar el impuesto de sucesiones son los herederos (directamente) o los beneficiarios de un seguro de vida (si es que el fallecido tuviera uno), puesto que cabe la posibilidad de que sean personas diferentes a los herederos.  

    Si el heredero es un descendiente, un ascendiente o el cónyuge, estará exento de abonar el tributo si la herencia tiene una cuantía económica menor de la cantidad estipulada por Ley

    Dónde se paga el impuesto de sucesiones 

    El impuesto se liquida en la comunidad autónoma donde el fallecido tenía su residencia habitual, concretamente en la que vivió un mayor número de días durante los 5 años antes del fallecimiento. Aunque en algunas comunidades, la norma es diferente. Por ejemplo, en el País Vasco y en Navarra no son 5 años de residencia sino uno.  

    En cualquier caso, el pago se ha de hacer en la comunidad autónoma donde residía el fallecido y da igual dónde se encuentran los bienes que forman parte de la herencia

    Cuándo se paga el impuesto de sucesiones 

    Se dispone de un plazo de seis meses, desde el fallecimiento, para pagar el impuesto de sucesiones. Con todo, se puede pedir una prórroga por otros 6 meses. Para ejecutarla, se tiene que solicitar antes de que transcurran 5 meses desde el deceso y el tiempo empezará a contar desde que finalice el plazo de seis meses. 

    Si no se presenta la autoliquidación para pagar el tributo, la sanción económica va desde el 50 % hasta el 150 % de la cuota. 

    Cómo se liquida el impuesto de sucesiones 

    Para presentar la autoliquidación del impuesto de sucesiones y pagarlo tenemos que cumplimentar y presentar el modelo 650. Cada heredero debe aportar el suyo. Además, y junto al 650, cada heredero también tendrá que adjuntar lo siguiente: 

    • Certificado de defunción. 
    • Certificación del Registro General de Actos de Última Voluntad
    • El testamento o copia autorizada del mismo. 
    • Certificados que acrediten número de cuenta, titulares y saldo de cuentas bancarias, depósitos, cuentas de valores, etc. 
    • Justificación documental de deudas y cargas
    • Relación del patrimonio preexistente del heredero
    • Fotocopia del DNI
    • El modelo 660, que sirve para establecer todos los bienes que forman la herencia del fallecido y ha de contener también todas las personas que van a participar en la sucesión. 
    • El modelo 652 si somos beneficiarios de un seguro de vida y el titular del mismo ha fallecido. 

    Cómo se calcula el impuesto de sucesiones 

    Los pasos para calcular el impuesto de sucesiones son los siguientes: 

    1. Fijar la masa hereditaria bruta: para ello se suma el valor de los bienes y derechos del fallecido. 
    2. Establecer la masa hereditaria neta: simplemente hay que restarle a la masa hereditaria bruta las deudas, gastos deducibles y cargas. 
    3. Calcular la porción hereditaria individual: se hace dividiendo la masa hereditaria neta entre el número de herederos. 
    4. Aplicar las reducciones en función del parentesco entre el fallecido y el heredero, así como las reducciones por cualquier otra razón, como por ejemplo discapacidad. De esta manera obtenemos la base liquidable 
    5. A la base liquidable se le aplica el coeficiente multiplicador para obtener la cuota tributaria. 

    Los tres elementos que influyen directamente en el dinero que tendrás que pagar son:  

    • Parentesco: cuanto más cercano sea el parentesco entre el fallecido y el heredero, menos impuesto pagarás.  
    • Valor de los bienes o derechos: cuanto mayor valor económico tenga lo que heredes, más pagarás.  
    • Patrimonio del heredero: cuanto menor sea, menos pagarás.  

    El impuesto de sucesiones de no residentes 

    También tienen que abonar el impuesto los herederos que no vivan en España. Es decir, si el fallecido residía aquí, con indiferencia de la comunidad en la que lo hiciera, y el heredero en otro país, el abono del impuesto se realizará al Estado español.  

    ¿Qué pasa con el impuesto si no se acepta la herencia?

    Cuando una persona fallece, si había dejado testamento, será el notario el que cite a todos los herederos para proceder a su lectura. En ese momento, cada uno de ellos sabrá qué es lo que le corresponde recibir y ha de decidir si acepta o no la herencia. 

    Si acepta, tendrá que hacer frente a las deudas y cargas que tuviese el fallecido, así como el pago del impuesto de sucesiones. 

    Pero también puede no aceptar, desistirá. Es lo que se conoce como acto de repudiación. En ese caso no recibirá nada de la herencia y tampoco tendrá que pagar nada. Los dos casos más habituales por los que se repudia la herencia son: 

    • Tiene muchas cargas. Por ejemplo, las deudas son mayores que los bienes a recibir. 
    • No se puede hacer frente al pago del impuesto de sucesiones, bien por ser una cuantía elevada o bien porque no se dispone del tiempo suficiente para pagar. 

    Impuesto de sucesiones por comunidades

    Al tratarse de un impuesto cedido a las comunidades autónomas, es diferente en cada lugar. Y es que cada una establece el tipo de gravamen, las reducciones, las bonificaciones, los mínimos exentos… Ponemos ejemplos concretos:

    • Descendientes menores de 21 años: la cantidad a pagar es simbólica en Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, Extremadura, Madrid y Murcia, Navarra. Y hay que pagar si se sobrepasa una determinada cantidad: Aragón, La Rioja, Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha. 
    • Cónyuge, descendientes, ascendientes de 21 o más años: se paga de forma simbólica son País Vasco, Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Madrid y Murcia. 

    Aunque estén englobados en el impuesto de sucesiones y donaciones, como hemos apuntado, una sucesión y una donación no son lo mismo. La primera se produce tras el fallecimiento del propietario de los bienes y la segunda, cuando los da en vida. En cualquier caso, aquí te explicamos más sobre el impuesto de donaciones.

    Ismael De La Cruz
    Ismael De La Cruz
    Consultor financiero. Colabora en medios de España y Estados Unidos. Durante 12 años ha escrito un artículo semanal en Expansión. Ha sido miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos
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