Vacaciones escolares. Más allá de las actividades de ocio que se puedan llevar a cabo, hay muchas horas libres. Algunos deberes, piscina, cine… Y, ¿por qué no? Fomentar la cultura del esfuerzo y el ahorro. Te explicamos cómo hacerlo.
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Y tras el curso escolar… ¡Cerca de tres meses de vacaciones! Sí, es momento de descansar y relajarse. Ir a la playa, a la piscina, ver una (o varias) series o pasar tardes haciendo nada con los amigos.
Pero no solo eso. En las vacaciones de verano hay muchas horas, algunas de las cuales también se pueden dedicar a repasar los conocimientos que se han adquirido durante el curso… E incluso a ampliarlos.
¿Qué tal si, tal y como se está poniendo la vida, intentamos fomentar la cultura del esfuerzo y el ahorro entre los más pequeños? ¿Y si les enseñamos a valorar lo que cuesta el dinero? Una forma sencilla es abriéndoles una cuenta infantil. Así podrán gestionar sus ahorros (siempre con la supervisión de un mayor, claro).
Repasamos a continuación, como es el mercado de cuentas para niños. Y es que la gran mayoría comparten características. No suelen tener gastos, sin comisiones por mantenimiento ni por administración, y la disponibilidad del dinero es total. Tampoco permiten la domiciliación de nóminas, recibos o similares. Más allá, presentan ciertas especificaciones.
Pequeñas remuneraciones
Las cuentas infantiles han cambiado. Y si bien hace unos años, tenían entre sus ganchos un regalo o remuneración, en la actualidad son muy pocas las que presentan este tipo de atractivo. De hecho, solo Mi propia cuenta, cuenta de Banco Mediolanum destinada a los más pequeños, dispone de remuneración.
En este caso, rinde al 0,50 % TIN al año, hasta un importe máximo de 100.000 euros. Es decir, para un saldo medio en cuenta de 25.000 euros, teniendo en cuenta que el periodo de liquidación es un año, la remuneración bruta es de 125 euros.
Disponibles solo en oficinas
Las cuentas infantiles, como su nombre indica, están destinadas a niños. Según el banco, el titular puede tener hasta 17 años, como las que ofertan BBVA y Banco Santander, o hasta los 18 años, como la de Banco Mediolanum.
Sea la edad máxima que sea, siempre han de estar supervisadas por un adulto. Es por eso que, por ejemplo, en el caso de BBVA o Banco Santander, la única vía de contratación es en una oficina física. De hecho, en ambos casos se ofrece control parental, sobre todo desde la app de la entidad.
Y cuando se llega a la mayoría de edad, ¿qué sucede?
Habitualmente, cuando el titular de una cuenta infantil llega a la mayoría de edad (o al límite que establezca la entidad), la libreta se transforma en la cuenta habitual de la entidad. ¿Qué te parece? ¿Empezamos?