Hace unos años, la única opción para acceder al mercado de la financiación con garantías, era la banca tradicional. Pero la falta de crédito de los últimos años, agravada por la crisis, ha llevado a la gente a buscar otros métodos de financiación que permitan hacer realidad sus proyectos. Por ello, ha aparecido la financiación online, que ofrece una alternativa a la tradicional.
¿Qué es el crowdlending?
Es uno de los modelos alternativos al sistema tradicional. Se trata de un préstamo entre particulares y empresas (del inglés peer-to-business lending o p2b Lending), o simplemente crowdlending, consiste en la financiación mediante préstamos o créditos a pequeñas y medianas empresas, por medio de una red con un elevado número de prestamistas particulares o empresas que invierten su capital privado o ahorros a cambio de un tipo de interés.
Ventajas de la financiación online
La financiación online se caracteriza por ser más ágil, cómoda y transparente, ya que al ser todo a través de Internet no hace falta que te desplaces a ningún sitio y es transparente, porque no tiene letra pequeña.
Cabe destacar que a través del crowdlending se puede amortizar el préstamo para la empresa sin coste. Además, no hace falta que se contraten productos adicionales. Y por otro lado, no consume CIRBE, por tanto la deuda no será pública para otras entidades.
Inconvenientes de la financiación online
El hecho de que se hagan todas las gestiones por Internet puede suponer una ventaja y a la vez un inconveniente, ya que en el caso que necesites que te asesoren solo podrá ser online, no podrás dirigirte a una oficina para que solucionen tus dudas. Esto podría suponer un retraso en el desarrollo de tu proyecto.
Ventajas de la financiación tradicional
Las ventajas que ofrece el sistema tradicional es que los bancos pueden asesorarte cara a cara en todo momento, aconsejándote sobre cuál es la mejor opción dependiendo tu caso y aclararte todas las cuestiones que tengas.
Inconvenientes de la financiación tradicional
Este tipo de financiación es más lenta que la online, ya que se tienen que tramitar más pasos y siempre hay que desplazarse al banco. Por otro lado, se tienen que contratar productos adicionales para que te concedan la financiación solicitada, cómo pueden ser tarjetas, seguros de vida, plan de pensiones, entre otros.
Los préstamos bancarios sí que consumen CIRBE. Es decir que tu nueva deuda será publica para el resto de entidades, pudiendo afectar a tus futuras necesidades de financiación. Asimismo, se realizaría un cobro en el caso que hayan amortizaciones en el préstamo.
Por último, se tiene que vigilar con la letra pequeña, ya que es importante leerlo todo bien para comprobar que no hayan condiciones o comisiones no informadas.
