La renta fija son activos negociables que emiten estados o empresas con el objetivo de captar dinero. Y eso se produce cuando personas interesadas los compran como inversión. Te lo explicamos todo aquí.
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Qué es la renta fija
La renta fija son activos que emiten estados, organismos públicos o empresas. Su objetivo, captar el dinero de inversores que buscan rentabilizar cierto capital. Y tienen cinco características principales:
- La finalidad del emisor es captar fondos.
- Ofrecen al inversor una rentabilidad periódica que es conocida de antemano.
- Cuando finaliza la inversión, el inversor recupera el dinero que había aportado.
- La duración es fija y conocida previamente por el inversor.
- Los emisores de renta fija pueden ser países, organismos públicos y compañías privadas.
El inversor de renta fija es una persona de perfil conservador, que desea colocar un capital en activos de bajo riesgo. A cambio de esta seguridad, se asegura el obtener periódicamente una rentabilidad más baja y con menor volatilidad que otros activos.
Tipos de renta fija
Básicamente, podemos distinguir dos tipos de renta fija. En este apartado te las explicamos al detalle.
Renta fija pública
La renta fija pública es la que emiten los países y los organismos públicos. El objetivo es captar dinero para poder financiarse y de esta manera afrontar sus gastos y obligaciones.
Así, emiten activos con la idea de que las personas interesadas los compren. Con ese dinero, una especie de préstamo, el Estado dispone de mayores recursos económicos para ejercer su labor.
La rentabilidad o interés que se pagará periódicamente dependerá del riesgo que tenga el emisor a la hora de devolver el dinero a los inversores. A mayor riesgo, mayor rentabilidad.
Es decir, la rentabilidad que ofrecen los activos de renta fija de países como Alemania o Estados Unidos es menor que la que pueda ofrecer, por ejemplo, Ecuador.
Estos son los principales activos de renta fija en España:
- Bonos: el valor nominal mínimo que puede solicitarse es de 1.000 euros. Se emiten a 3 y 5 años. Los intereses se pagan anualmente.
- Letras del Tesoro: se emiten a 3, 6, 12 o 18 meses. Presentan una enorme liquidez en el mercado secundario. El importe mínimo de cada petición es de 1.000 euros. Los intereses se pagan al final del vencimiento.
- Obligaciones: tienen un vencimiento superior a los 5 años. El valor nominal mínimo que puede solicitarse es de 1.000 euros. Los intereses se pagan anualmente.
Renta fija privada
Son activos emitidos por compañías privadas que buscan captar capital de inversores de cara a poder financiarse y de esta manera contar con mayor capacidad económica para desarrollar su actividad empresarial. Estos son los principales tipos:
- Pagarés de empresas: suelen tener un vencimientos entre 3 días y 25 meses.
- Bonos y obligaciones: el vencimiento es a medio y largo plazo.
- Obligaciones convertibles: ofrecen al comprador el derecho de cambiarlas por acciones de la empresa en una fecha concreta.
Diferencia entre renta fija y renta variable
Antes de adentrarnos en aspectos prácticos sobre cómo invertir, vamos a explicar qué diferencias hay entre renta fija y renta variable.
Así, como hemos visto, la renta fija son activos que suponen un derecho de cobro para su titular. El emisor se obliga al abono de unos intereses, conocidos previamente, y a devolver todo el capital invertido en el momento acordado.
Todo ello con un riesgo bajo, de ahí que los intereses que ofrece no sean elevados y sea un producto ideal para inversores con aversión al riesgo y cuyo perfil es conservador.
Por su parte, en la renta variable no se conoce de antemano la rentabilidad que obtendremos. Podrá ser pequeña, elevada, nula o (incluso) se puede perder todo o parte del capital invertido. A cambio, el potencial de ganancia es mucho más elevado que en el caso de la renta fija.
La renta variable se suele recomendar a inversores con un perfil agresivo dispuestos a arriesgar más para (si todo va bien) poder ganar más. Los principales activos para invertir son:
- Acciones de empresas
- Índices bursátiles
- Divisas
- Materias primas (oro, plata, etc.)
- Criptomonedas
Cómo invertir en renta fija
Existen dos maneras tradicionales de invertir en renta fija:
- Comprando directamente los activos. En las oficinas del Banco de España y en la web del Tesoro Público, en el caso de la renta pública, y en las entidades bancarias o mediante brokers online, también para la privadada.
- Mediante fondos de inversión especializados. Existen fondos de inversión que invierten en todo tipo de activos y mercados. Dentro de la renta fija, la oferta de fondos existentes es bastante amplia y completa.
Mejores fondos de renta fija: cómo encontrarlos
Para encontrar los mejores fondos de renta fija hay que tener en cuenta algunos elementos. Estos son los más destacados:
- Comisiones: cada entidad cobra unas comisiones diferentes. Se trata de comparar los gastos de cada fondo y elegir aquél en el que sean más bajas.
- Rentabilidad: otro punto que se debe comparar son los rendimientos que ofrecen los diferentes fondos. E intentar que sean lo más elevados posible.
- Activos: hay que estar atentos a los activos en los que invierte cada fondo de cara a elegir aquél que se ajuste a nuestro perfil de riesgo. Si somos muy conservadores buscaremos fondos que inviertan en bonos de países que sean seguros y cuya calificación crediticia sea AAA, que es la máxima. Si queremos un poco más de riesgo a cambio de mayor rentabilidad, buscaremos fondos que inviertan en bonos de empresas privadas, a ser posible compañías grandes, sólidas y saneadas financieramente.
Riesgos de la renta fija
Aunque como hemos ido viendo, la renta fija es un producto financiero destinado a inversores con un perfil muy conservador, que quieren que su dinero no corra ningún tipo de peligro, también tiene riesgos:
- La evolución de los tipos de interés: si suben, el precio del bono cae y pierde valor.
- Inflación: la rentabilidad que ofrece la renta fija es un interés fijo, de manera que si la inflación sube perdemos poder adquisitivo e incluso podemos llegar a no ganar casi nada.
- Quiebra: si el emisor quiebra o pasa por problemas, no podrá devolvernos el dinero (todo o parte) que habíamos invertido. En el caso de un país es más difícil que quiebre si lo comparamos con una empresa privada. Por este motivo la rentabilidad que ofrece la renta fija privada es mayor que la de la pública.
