jueves, 21 noviembre 2024
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    Qué son los préstamos para la reforma de vivienda 

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    ¿Te estás planteando hacer obras en casa pero no tienes suficiente liquidez para pagarlas? Una opción es recurrir a los préstamos para reforma de vivienda. Descubre cómo son, qué requisitos tienen, el papeleo que requieren y mucho más, aquí.

    Consigue aquí tu préstamo para reformas

    Qué son préstamos para reformar una vivienda 

    Los préstamos para reformas tienen como finalidad disponer de una determinada cantidad de dinero encaminada a poder realizar unas obras en una vivienda. Y estas pueden ser de pequeña o gran magnitud.

    Así, hablamos de reformas que pueden ir desde pintar un piso a amueblarlo completamente hasta adecuar la cocina, el baño o ambos. E, incluso, hacer una reforma integral.

    Características de los préstamos para reformas

    Las características de los préstamos para reformar la vivienda varían según la entidad, aunque (en general) comparten algunas. Básicamente, cuatro:

    • Los tipos de interés se asemejan a los de los préstamos personales convencionales, más reducidos que los de las tarjetas de crédito y más elevados que los de una hipoteca
    • El tiempo para su devolución se puede alargar entre 8 y 10 años. 
    • Habitualmente, hay que demostrar la finalidad del dinero. Es decir, nos obligarán a justificar que el dinero del préstamo es para reformar una vivienda. Posiblemente, se tengan que presentar facturas proforma, proyectos de arquitectos o presupuestos (en función del tipo de obra).  
    • La aprobación de estos préstamos dependerá del nivel de solvencia económica del solicitante. Para ello, la compañía estudiará y analizará sus ingresos, otras deudas, historial crediticio (si se ha estado alguna vez en asnef, por ejemplo), etc.  

    Requisitos para obtener un préstamo para reformas 

    Cada entidad establece sus propios requisitos a la hora de conceder financiación pero, por regla general, éstos son los que se exigen más habitualmente: 

    • Ser mayor de edad (a veces, incluso, tener más de 21 o 25 años). 
    • Aparecer como titular o cotitular de una cuenta bancaria en la que se ingresará el dinero del préstamo y en la cual cada mes se cobrará la cuota. 
    • Vivir en España.
    • Tener un nivel de endeudamiento favorable. No destinar más del 35 % de los ingresos a pagar financiaciones.   
    • Contar con unos ingresos económicos suficientes, regulares y constantes (no algo esporádico) y poder justificarlos debidamente. 
    • No constar en ninguna de las listas de morosos que existen.  
    • En ocasiones nos pueden pedir también una garantía o aval.  
    • El montante del préstamo ha de tener como única finalidad la reforma de una vivienda y se debe justificar.

    Documentación para solicitar un préstamo de reforma

    De nuevo, nos podemos encontrar con múltiples opciones. Y dependerán de la entidad, de si conoce nuestro perfil (si somos clientes, posiblemente nos pedirá menos papeleo), del importe que se solicite (no es lo mismo un préstamo de 2.000 euros que uno de 60.000), etc.

    En cualquier caso, estos suelen ser los más comunes:

    • DNI o documento de identidad (puede ser un NIE o un pasaporte) vigente.
    • Relación de cuentas corrientes en las que se aparece como titular y últimos movimientos. En la que indiquemos, se ingresará el dinero del préstamo y se pasará la cuota correspondiente mensualmente.  
    • Últimas dos nóminas.
    • Certificado de ingresos adicionales. 
    • Documentación de la vivienda: escritura pública de propiedad o contrato de arrendamiento. 
    • Declaración de la renta
    • Acreditación de otros créditos vigentes.   
    • Copia del contrato de obra o presupuesto completo y detallado de la reforma a realizar. 
    • En el caso de los autónomos, copia del documento de alta y las declaraciones de pagos fraccionados del IVA y del IRPF. 

    En qué fijarse al contratar un préstamo reforma 

    A la hora de elegir un préstamo para reformar una vivienda es importante fijarse en: 

    • Cantidad de dinero: es crucial calcular muy bien el importe que se necesitará para la reforma de la vivienda. Se trata de no pedir dinero de más, ya que se tendrá que devolver con intereses. 
    • Plazo de devolución: siempre que se puedan asumir las letras, se recomienda que sea lo más corto posible. La cuota mensual será más alta pero, al final del plazo de amortización, se habrán abonado menos intereses. 
    • El tipo de interés: es otra variable que también depende de cada entidad y que ajustarán y personalizarán en función de la capacidad económica del solicitante, de su historial bancario y del plazo de devolución. 
    • Comisiones: este es el elemento más diferencial entre las diversas entidades. Entre ellos destacan la comisión de apertura, la comisión de cancelación, gastos por estudiar y analizar tu caso, etc. Intenta que hayan las mínimas y que sean lo más bajas posible.
    • Vinculación: algunas entidades exigirán también que contrates otros productos, como por ejemplo un seguro de hogar, una tarjeta de crédito, etc.

    Más allá de los préstamos para reformas

    Cuando queremos realizar una reforma total o parcial en una vivienda y necesitamos dinero para ello, no solo disponemos de los préstamos para reforma, también existen otras alternativas: 

    • Préstamos eco: en función del objetivo de la obra ya que solo se comercializan para mejorar la eficiencia energética de un hogar. Por ejemplo, para pagar lo que cuesta la instalación de unas placas solares. Tienen unos tipos de interés más bajos que los préstamos para reformas,
    • Tirar de ahorros: si tenemos en mente realizar una reforma, una opción sería ir ahorrando cada mes. Así no deberíamos pedir capital prestado. Esta opción no siempre es válida, bien porque no tenemos capacidad financiera suficiente, bien porque necesitaríamos mucho tiempo hasta conseguir el dinero necesario. 
    • Financiar la obra a través de empresas de reformas: algunas ofrecen la posibilidad de financiar la reforma. A favor tenemos que los requisitos para la aprobación suelen ser más flexibles que en el caso de los bancos. En contra estaría el hecho de que el tipo de interés también suele ser más elevado. 
    • Subvenciones: existen ayudas públicas encaminadas a poder financiar reformas sobre todo están destinadas a mejorar la eficiencia energética. Se trata de buscar, hay varias líneas ICO para tal fin, y ver si alguna de ellas se adapta al tipo de reforma que se quiere hacer y si se cumple con los requisitos exigidos. 
    • Tarjetas de crédito o minipréstamos: en función de la envergadura de la reforma que se vaya a hacer y su urgencia. Y es que los importes que se conceden en ambos casos son bajos y su coste (en intereses u honorarios) muy elevados. Por tanto, solo se deberían utilizar para pequeñas reformas que no pueden esperar.
    Ismael De La Cruz
    Ismael De La Cruz
    Consultor financiero. Colabora en medios de España y Estados Unidos. Durante 12 años ha escrito un artículo semanal en Expansión. Ha sido miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos
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