jueves, 14 noviembre 2024
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    Cómo es un préstamo con carencia

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    Cuando una persona pide financiación es porque necesita dinero para acometer cualquier eventualidad. Pero puede darse el caso que no tenga el suficiente capital para devolver el importe desde el minuto cero. Y es ahí donde surgen los préstamos con carencia. Te los explicamos.

    Qué es un préstamo con carencia 

    Un préstamo con carencia es un préstamo personal que permite postergar la devolución del dinero (las cuotas mensuales) durante un periodo de tiempo. Puede ser al inicio de la financiación o más adelante, en algún punto concreto del plazo de amortización.

    Así, mientras se alarga el periodo de carencia del préstamo, el titular queda exento de pagar totalmente o en parte una o varias de las letras. En cualquier caso, una vez finalizado el periodo de carencia previamente acordado y firmado, se tiene que devolver el dinero pendiente junto con los intereses correspondientes. 

    La carencia puede aplicarse en todo tipo de financiaciones: tanto en los préstamos personales como en las hipotecas. En esta guía nos centramos en los primeros. Para saber más sobre los segundos, te recomendamos que leas el artículo Hipoteca con carencia: cómo pedirla.

    Tipos de periodos de carencia de un préstamo

    Básicamente existen dos tipos de carencia en los préstamos, según cómo se aplique:

    • Préstamo con carencia parcial o de amortización: mientras se alarga la carencia, se pagan solo los intereses del préstamo pero no se amortiza capital. Esta opción está pensada para aquellas situaciones en las que, debido a un hecho concreto y puntual, resulta difícil poder pagar las cuotas íntegras. 
    • Préstamo con carencia total: durante la carencia, no se paga ningún importe (ni por los intereses ni por el capital). La desventaja es que una vez termine el periodo de carencia, las cuotas a devolver se habrán incrementado. 

    ¿Cuánto se puede alargar el periodo de carencia de un préstamo?

    La duración del período de carencia dependerá del tipo de financiación en sí (no será lo mismo en un préstamo personal, en el que el plazo de amortización se alarga como mucho 10 años, que en uno hipotecario, que se pueden extender hasta 30). 

    Centrándonos en los periodos de carencia en préstamos, y aunque no hay normas escritas al respecto, generalmente suele ir desde varios meses (unos tres o cuatro) hasta un año. Rara vez, más. 

    En cualquier caso, la duración de la carencia ha de constar por escrito en el contrato de préstamo. 

    Cómo pedir un préstamo con carencia 

    Básicamente existen dos formas de pedir un préstamo con carencia, en función de si ya está en vigor o se va a contratar desde cero. Te contamos el paso a paso de ambas:

    Pedir un periodo de carencia en un préstamo ya en marcha

    El primer paso es revisar si nuestra financiación contempla la posibilidad de solicitar un periodo de carencia. Si fuera así, solo hay que acudir al banco en el que se tiene contratado y solicitarla.

    Si no, deberemos informar a la entidad de nuestra intención. Y, posiblemente, nos preguntarán los motivos por los que se solicita y nos pedirán que aportamos alguna documentación. Con ella, analizarán nuestro caso en particular y nos dirán si aceptan la propuesta o no. En caso afirmativo, nos harán una propuesta: nos dirán qué clase de carencia sería y su duración. 

    Pedir un préstamo con carencia desde cero

    En este caso, tendremos que informarnos de qué entidades disponen de este tipo de productos. Un comparador de préstamos como el de CrediMarket puede ser de gran ayuda. Una vez las tengamos localizadas, deberemos informarnos acerca de las condiciones y elegir la que más nos convenga.

    Tras seleccionarla, deberemos presentar una solicitud formal y la documentación que nos exijan para estudiar nuestro caso y concedernos o no el préstamo con carencia.

    Las cuotas en el cálculo de un préstamo con carencia

    Depende del tipo de carencia del préstamo (parcial o total), las cuotas serán de una forma u otra.

    • En una carencia parcial, durante los meses que se extienda, se abonarán los intereses que tocaría en ese periodo, pero no la amortización de capital. Tras ese tiempo, se volverán a calcular las cuotas en función del capital pendiente, el tipo de interés y el plazo de amortización.
    • En una carencia total: hay que calcular la cuota que se abonará cuando finalice el periodo. Y dependerán del capital prestado, tipo de interés y el plazo de amortización. 

    Qué tener en cuenta si pides un periodo de carencia en un préstamo

    Aunque puede haber más, te damos cuatro puntos que debes tener en cuenta si vas a pedir un periodo de carencia en un préstamo:

    • Debes tener en cuenta que necesitas el periodo de carencia en el préstamo: una vez termine el plazo, no solo tendrás que devolver el dinero pendiente sino que, además, deberás abonar los intereses que se hayan generado. Por tanto, al final se pagará un mayor capital. 
    • Saber qué intereses no aplica el banco por la carencia. Cuanto más bajos, mejor. Esta es la verdadera clave a la hora de hacer números y ver lo que al final nos costaría de más esa carencia. 
    • La duración de la carencia, que ha de resultarnos efectiva. Es decir, que no sea demasiado corta (y no nos dé tiempo a solventar los problemas que nos ha llevado a pedirla) o demasiado larga. 
    • Qué tipo de carencia nos permite el banco. Igual nos interesa más una carencia parcial que una total O a la inversa. 
    Ismael De La Cruz
    Ismael De La Cruz
    Consultor financiero. Colabora en medios de España y Estados Unidos. Durante 12 años ha escrito un artículo semanal en Expansión. Ha sido miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos
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