Los fondos de inversión son productos financieros colectivos. Los partícipes aportan un fondo, que una gestora se encarga de administrar. Y lo invierte en los mercados en función del nivel de riesgo, su estrategia…
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Qué son los fondos de inversión
Los fondos de inversión son productos financieros colectivos a través de ellos, los partícipes (inversores) aportan una cantidad de dinero al capital del fondo, que está formado por las aportaciones monetarias del resto de partícipes.
La gestora del fondo es quien se encarga de invertir en los mercados el capital conjunto de todos los partícipes. Y decide el nivel de riesgo (conservador, equilibrado, agresivo) que asume y las estrategias que adopta: qué compra o vende, cuándo lo hace, a qué precio…
La rentabilidad que obtenga el fondo se va acumulando. Así, cuando un partícipe decide retirar el dinero que aportó en un inicio, recibirá ese importe junto con la plusvalía obtenida.
Tipos de fondos de inversión
Existen varios tipos de fondos de inversión. Te listamos los más destacados:
- Fondos de renta fija: invierten en activos de renta fija. Sobre todo bonos, tanto públicos (emitidos por países) como privados (emitidos por empresas). El riesgo es bajo.
- Fondos de renta variable: invierten en Bolsa, básicamente en acciones. En función de su especialidad, los hay que se centran en invertir en materias primas (como el oro), o en criptomonedas, etc. El riesgo es elevado, aunque depende de qué activos y mercados seleccione el gestor.
- Fondos mixtos: son un híbrido entre los de renta fija y de renta variable. Destinan un porcentaje del capital, que es flexible que puede ir variando en función de cómo estén los mercados, a cada uno de estos dos activos. El riesgo es medio.
- Fondos de retorno absoluto: el gestor tiene máxima libertad, de manera que no se centra en ningún activo o mercado, sino que puede invertir en lo que crea más conveniente. El riesgo es elevado.
- Fondos monetarios: invierten en renta fija a muy corto plazo, activos de elevada liquidez como Letras del Tesoro, certificados de depósito, etc. El riesgo es muy bajo.
- Fondos sectoriales: invierten en acciones de diferentes sectores.
- Fondos indexados: replican la evolución de un índice bursátil, de manera que si sube, el fondo gana dinero; si baja, lo pierde.
- Fondos garantizados: aseguran el capital que aporta cada partícipe, pero no se puede sacar el dinero durante un plazo de tiempo que se ha fijado previamente.
Ventajas de los fondos de inversión
Como cualquier producto de inversión, los fondos presentan una serie de ventajas. Te las listamos:
- Gracias al interés compuesto, a medio y largo plazo, se multiplica la rentabilidad: ya que las plusvalías se acumulan y el fondo las reinvierte.
- La diversificación es una de las principales bazas y gracias a ello se minimizan los riesgos. De esta manera la inversión se distribuye en muchos activos para no tener todos los huevos en una sola cesta.
- Presentan una elevada transparencia. Los partícipes son informados de la evolución de los fondos de inversión, las ganancias o pérdidas acumuladas, el nivel de riesgo, en qué se está invirtiendo.
- Un partícipe puede traspasar el capital que tiene en un fondo de inversión a otro y ello no tributa. Además, solo tendrá que pagar impuestos si ha obtenido ganancias y procede al reembolso. Por tanto, mientras el dinero esté invertido en un fondo, aunque se tengan plusvalías, no se deberá pagar impuestos hasta que se retire el dinero.
- Cada fondo tiene una serie de gastos y comisiones que se conocen de antemano.
- Tienen mucha liquidez, de hecho están obligados legalmente.Así, cuando un partícipe decide retirar su dinero, el fondo ha de poder devolvérselo enseguida.
- Es un medio que se adapta a cualquier perfil, ya que existen muchos tipos de fondos de inversión.
- El patrimonio colectivo del fondo está custodiado por una sociedad depositaria que ejerce las funciones de vigilancia y garantía.
Qué se debe tener en cuenta a la hora de invertir en fondos de inversión
Aunque, como hemos visto, por su variedad de oferta son un producto al que pueden acceder diferentes tipos de perfiles, antes de contratar un fondo de inversión se deben tener en cuenta algunos aspectos:
- Las comisiones: las hay de diferentes tipos y algunos fondos de inversión las cobrarán todas y otros, alguna. Es importante ver cuáles cobra y su importe. Aunque pueda parecer que las diferencias son pequeñas, al tratarse de inversiones a medio o largo plazo, acaban suponiendo una diferencia importante, menoscabando la rentabilidad que se puede lograr.
- Rentabilidades históricas: es cierto que rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras, pero hay que saber interpretar el histórico de un fondo. Por ejemplo, un fondo de renta variable que haya perdido dinero los últimos 5 años y las Bolsas en general hayan subido en ese mismo periodo de tiempo, no ofrecerá demasiada confianza.
- Moneda base: en la que opera ya que si lo hacemos en una diferente a la nuestra, tendremos que aplicar el tipo de cambio y a veces puede beneficiar y otras, perjudicar.
- Tipología: es fundamental que tengamos claro nuestro perfil de inversor (conservador, moderado, agresivo) para, en función de ello, elegir el tipo de fondo en el que vamos invertir. Este equilibrio jamás debe de romperse. Por ejemplo, una persona conservadora debería de invertir en fondos garantizados o fondos monetarios o fondos de renta fija. Nunca en fondos de renta variable.