domingo, 7 diciembre 2025
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    ¿Qué es mejor, comprar o alquilar? ¿Cómo saberlo?   

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    Decidir entre comprar una vivienda o vivir de alquiler es una elección importante que casi cualquiera que desea independizarse debe tomar. En esta guía analizamos las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas y te ayudamos a escoger. Y, si decides comprar, encontramos por ti la hipoteca que más se ajuste a tus necesidades. Con las mejores condiciones.

    Ventajas de comprar

    • Adquirir un inmueble es una inversión a largo plazo. Con el  paso del tiempo su valor se revalorizará y, si vendes el día de mañana, conseguirás una rentabilidad jugosa (generalmente). 
    • Poseer una vivienda aumenta tu patrimonio y pasará a tus hijos a través de tu herencia. 
    • Ofrece tranquilidad, puesto que no existe un arrendador que decida no renovar el contrato de alquiler. Por tanto, nadie te va a echar de la vivienda. 
    • En la mayoría de los casos, la hipoteca que tendrás que devolver cada mes será inferior a la renta del alquiler, de manera que es más barato. 
    • Al ser tu propiedad, puedes hacer en la casa lo que quieras y reformarla sin necesidad de que el arrendador te dé su visto bueno. Entre otros. 
    • Cuando tengas la edad de jubilación, si ya has terminado de pagar la hipoteca, tienes la opción de utilizarla la vivienda para realizar una hipoteca inversa y de esta manera obtener unos ingresos extra. O alquilarla y adquirir otra en propiedad.

    Desventajas de comprar

    • Para comprar una vivienda, si necesitas solicitar una hipoteca, debes tener ahorrado el 20 % del valor del inmueble, puesto que el préstamo del banco solo cubrirá el 80 % del valor (aunque existen algunas que cubren su totalidad, hipotecas al 100 %). También tienes que hacer frente a determinados impuestos. Por tanto, requiere de una serie de capital inicial que no todo el mundo es capaz de ahorrar. 
    • Mensualmente conlleva una serie de gastos aparte de la cuota hipotecaria, como por ejemplo la comunidad de vecinos, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el seguro de hogar y similares. 
    • Existe el riesgo de que tengas que abandonar la zona donde resides, por ejemplo porque te han trasladado por motivos laborales. En ese caso, tendrías que vender la casa o alquilarla, todo ello de forma rápida, lo que supone estrés y prisas. 
    • Si surgen gastos extraordinarios o imprevistos, debes pagarlos tú. Por ejemplo una derrama de la comunidad de vecinos, desperfectos en la vivienda, etc. 
    • Las hipotecas tienen diferente duración, siendo la más contratada a 30 años. Es un periodo de tiempo muy amplio en el que pueden pasar eventos que afecten a tus recursos económicos (por ejemplo te puedes quedar sin empleo). Y si no pagas la hipoteca, es posible que te embarguen el inmueble. 

    Ventajas de alquilar 

    España tradicionalmente ha sido un país de propietarios, donde comprar era la primera opción. Pero alquilar es una alternativa que cada vez presenta una mayor demanda y tiene sus puntos positivos:

    • No es necesario disponer de mucho dinero ahorrado. En este caso será suficiente con tener al menos capital que cubra tres mensualidades (dos como fianza + el pago de la primera mensualidad). 
    • Tienes máxima libertad de actuación en el sentido de que si no te convence al final la zona, los vecinos, o sencillamente tu capacidad económica se ha debilitado, puedes abandonar la vivienda enseguida sin problema ni ataduras. 
    • Los gastos de un alquiler son más reducidos, de forma que no tendrás que pagar el IBI, ni el seguro, y el casero deberá de arreglar lo que se haya estropeado.
    • Al tratarse de un gasto periódico (cada mes) y por la misma cuantía, es totalmente predecible, de forma que podrás planificarte financieramente. 

    Inconvenientes de alquilar

    • Dependiendo del tiempo que estés de alquiler, cabe la posibilidad de que, al final, pagues más dinero de lo que realmente vale la vivienda
    • Generalmente, el pago mensual que abonas en concepto de arrendamiento es mayor que la cuota hipotecaria. 
    • No dispondrás de estabilidad en el sentido que el arrendador puede decidir no renovar el contrato. En ese caso, tendrías que abandonar el inmueble. 
    • Vivir de alquiler no incrementa tu patrimonio puesto que la vivienda no es tuya. 
    • Cuando haya una junta de la comunidad de vecinos, podrás opinar pero no tendrás derecho a voto, por lo que no tendrás opción a contribuir a las decisiones colectivas, incluso a las que te afecten directamente. 
    • En al actualidad (desde hace ya varios años, de ahí el nuevo índice del alquiler), el precio de los alquileres sube con fuerza, por encima del incremento del coste de la vivienda en propiedad, también por las nubes. 
    • Debido al temor de muchos propietarios a la inquiokupación (inquilinos que dejan de pagar), cada vez se exigen mayores garantías (aval bancario , nómina elevada, ingresos sólidos y similares). 

    Averigua si te conviene comprar o alquilar

    A la hora de valorar si es mejor comprar una vivienda o vivir de alquiler, es necesario tener presente una serie de cuestiones que te ayudarán a salir de dudas y tomar la mejor decisión en cada caso. 

    Capacidad económica 

    Lo primero de todo será conocer tu verdadera capacidad económica. Para ello lo ideal es que calcules todos tus ingresos económicos (fijos y variables), y gastos. Así tendrás una imagen fiel de tus recursos y de qué dinero podrías destinar cada mes a la hipoteca o el alquiler. 

    Si los ingresos son parejos a los gastos o menores, deberás descartar comprar. Únicamente es aconsejable adquirir una vivienda si existe cierto margen a favor de los ingresos. Y, cuanto mayor sea, mejor. 

    Ingresos estables

    Además de disponer de dinero ahorrado para cubrir el 20 % de la entrada y los impuestos, es necesario que tus ingresos sean estables, es decir, que tu empleo sea fijo y no temporal. Además, no es lo mismo que seas funcionario público (ingresos garantizados) que autónomo (ingresos variables). Ni que lleves seis meses trabajando para una compañía, que ocho años.

    Finalidad 

    Si deseas tener una propiedad que incremente tu patrimonio, saber que el día de mañana la casa la heredarán tus hijos y disponer de estabilidad sabiendo que ningún casero te va a echar, comprar es la mejor opción. 

    El alquiler con opción a compra: una alternativa intermedia

    Esta figura es muy interesante porque te permite empezar viviendo en una casa como inquilino (alquiler) y más adelante, comprarla. Esta opción debe estar recogida en el contrato de alquiler, donde se detallarán las condiciones. En caso de no aparecer expresamente, no tendrás esa posibilidad. 

    La mecánica es la siguiente: firmas con el arrendador el contrato de arrendamiento en el que aparezca la posibilidad de alquiler con opción de compra. Cada mes vas abonando el dinero correspondiente. A la finalización del contrato, tienes el derecho (no la obligación) de comprar la casa por el importe pactado, al cual se le restará el dinero que has estado pagando como alquiler. 

    La gran ventaja de esta figura es que te permite reservarte la posibilidad de comprar una casa si al principio no tienes la estabilidad económica necesaria ni el dinero suficiente ahorrado para la entrada. Otra ventaja es que antes de comprar, vives un tiempo en el inmueble y puedes ver cómo es la zona, los vecinos y más.  

    Ismael De La Cruz
    Ismael De La Cruz
    Consultor financiero. Colabora en medios de España y Estados Unidos. Durante 12 años ha escrito un artículo semanal en Expansión. Ha sido miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos
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