La aplicación de la inteligencia artificial en nuestro día a día ya no es ciencia ficción. Y es que, aunque hablamos de algo más que de apps informáticas, su irrupción es un hecho. Y ahí están: sistemas que aprenden, planean y resuelven problemas como si de un humano se tratara (o casi). Te lo explicamos en este artículo.
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Inteligencia artificial en bancos. En qué consiste
La implantación de la inteligencia artificial en nuestro día a día avanza a pasos agigantados. Hace relativamente poco, el hecho de que una máquina pudiera responder de forma relativamente concreta a nuestras demandas sonaba a película de ciencia ficción.
Ahora ya no. El uso de aplicaciones cuya respuesta se basa en algoritmos capaces de no sólo responder sino también de aprender es una constante. Porque, además de planear y resolver a los problemas, emplean patrones para aprender de su propia experiencia. Como si se tratara, casi, de un humano.
Hablamos de programas que generan contenidos, de asistentes personales, plataformas de visión… Y apps de los bancos. Porque la inteligencia artificial y la banca también pueden ir de la mano: con las ventajas y desventajas que ello comporta.
Beneficios de la inteligencia artificial en banca
Aunque de primeras veamos con cautela el hecho de que una máquina pueda casi decidir por nosotros y que vayamos con pies de plomo ante cualquier movimiento financiero, lo cierto es que el uso de la inteligencia artificial en banca acarrea una serie de ventajas:
- Incrementa los servicios de atención al cliente. Ya sea a través de chats para resolver dudas sencillas, para orientar en determinadas operativas en las aplicaciones de banco, consultar horarios de sucursales o localizar cajeros automáticos cercanos por zona…
- Amplia la seguridad. Sí, aunque nos dé respeto saber que una máquina ejerce el control, la inteligencia artificial conoce nuestros hábitos. Por tanto, es capaz de identificar movimientos “sospechosos” y alertar. Porque puedes ser tú mismo quien esté realizando una acción inusual o puede tratarse de una acción fraudulenta.
- La inteligencia artificial en banca ayuda a agilizar gestiones. Por ejemplo, a la hora de estudiar la concesión de una financiación, ya sea un préstamo o una hipoteca. Cruzando ciertos datos (edad, ingresos, saldo medio, deudas, etcétera), y sin necesidad de acudir al departamento de riesgos como tal, puede estimar la viabilidad de la operación.
- Detecta la morosidad. La inteligencia artificial, ante un pago, puede alertarte de que, si lo realizas, te quedarás en números rojos, por ejemplo.
Desventajas de la inteligencia artificial en banca
Como todo, la aplicación de la inteligencia artificial en banca también cuenta con desventajas. Porque dejar nuestras finanzas en manos de máquinas, además de impersonal puede ser arriesgado. Te listamos aquí los principales contras:
- Perdemos el factor humano. Los algoritmos son inteligentes, pero no empáticos. No entiende de posibles temores o dudas a la hora de llevar a cabo una inversión, ni nos asesorarán de tú a tú.
- Precisamente porque cualquier persona, ante cualquier inversión (sobre todo si es compleja), necesita de apoyo. Y éste sólo se lo puede brindar un asesor experimentado, una persona. Insistimos: el factor humano.
- La inteligencia artificial no tiene el conocimiento necesario. Por este motivo no nos podrá avisar ni reconducir (si no lo ha vivido antes) si una inversión va por un camino diferente al que se había deducido.
- La empatía es otra de las capacidades que diferencian a un asesor de un robot. En momentos de incertidumbre o de caídas generalizadas, los inversores requieren comprensión y racionalización de los eventos.
Por qué contar con un asesor financiero
Sí. Como hemos visto, y aunque la inteligencia artificial puede ser un gran aliado en nuestras finanzas, nunca sustituirá a las personas. Porque no brinda el apoyo, no ofrece el acompañamiento ni cuenta con la capacidad de reacción ante un imprevisto de un asesor financiero.
Y es que en los mercados puede pasar de todo. Desde hechos previsibles hasta otros que no lo son tanto, momentos de incertidumbre que nos provocan miedo y afectan a nuestras finanzas. ¿Y qué hacer entonces? ¿Nos dejamos llevar por nuestras sensaciones?
Lo ideal es mantener la calma y recurrir a nuestro asesor financiero que, gracias a sus conocimientos y de una forma profesional y reflexiva, nos ayudará a seguir una nueva estrategia de inversión. Y, sí, en este plan, la inteligencia artificial no tiene cabida.
En este sentido, desde Banco Mediolanum, recuerdan que los asesores financieros, en su caso, los conocidos como Family Bankers, acompañan “de forma serena y profesional al ahorrador en la planificación y gestión de sus ahorros e inversiones, con una medición real de su perfil de riesgo, adaptando las estrategias y los instrumentos adecuados según sus necesidades y objetivos reales”.
Así, a diferencia de una máquina «sabe entender, gestionar y enfrentar las emociones negativas, además de explicarte por qué no debes salir corriendo de tus inversiones por un temor coyuntural. Un asesor financiero te ayuda a diseñar estrategias para hacer frente a la volatilidad y los ciclos bursátiles, hasta llegar a convertirlos incluso en oportunidades”.