La carencia de la hipoteca es un periodo en el que se reduce o, incluso, se deja de pagar la cuota del préstamo. Es un tiempo de gracia que nos puede liberar, aunque sea en parte, de un gasto. Con todo, tiene un coste. Descúbrelo todo acerca de los periodos de carencia de las hipotecas y cómo pedirlos aquí.
Consigue aquí tu hipoteca con carencia
- 1 Qué es una carencia hipotecaria
- 2 Tipos de carencia según el periodo
- 3 Ventajas y desventajas de la carencia en las hipotecas
- 4 ¿Cuánto cuesta una carencia?
- 5 Ejemplo de una hipoteca con carencia
- 6 Cuándo pedir una carencia
- 7 Requisitos para solicitar una carencia de la hipoteca
- 8 Cómo pedir una carencia de hipoteca
- 9 Qué bancos tienen hipotecas con carencia
- 10 Más allá de la carencia: alternativas
Qué es una carencia hipotecaria
Una carencia de la hipoteca es un periodo de tiempo durante el cual pagas unas cuotas más reducidas o, incluso, no pagas ninguna letra por tu financiación. Habitualmente se suele alargar entre uno y dos años, aunque puede ser más largo o más corto, en función de la política de la entidad y del acuerdo al que llegues con ella.
Hay entidades que ofrecen hipotecas con carencia inicial y lo tratan como una ventaja más de su producto. Se considera que con esta medida te puedes recuperar económicamente en un momento que has hecho un desembolso importante (adelanto del 20 % del precio de la vivienda, realizar alguna obra para adecuarla a tu gusto, compra de muebles, por ejemplo).
Otra opción es pedir un periodo de carencia de la hipoteca en pleno plazo de amortización, ante un momento de dificultad económica, para dar un respiro económico a las finanzas familiares durante el periodo que se aplique.
Si esta posibilidad no está contemplada en el contrato que se firmó al suscribirla, tendrás que negociar la carencia con el banco y, si llegáis a un acuerdo y la aplicáis, modificar las condiciones del contrato: hacer una novación de la hipoteca.
Sea como sea, la carencia puede ser una solución en un momento de apuro pero no debe ser contemplada como una herramienta habitual. Ten en cuenta que, como veremos en este artículo, conlleva una serie de gastos y la deuda se va incrementando.
Tipos de carencia según el periodo
La carencia de hipoteca puede darse, básicamente, de estas dos maneras:
- Carencia parcial de la hipoteca: solo se pagan intereses y no se amortiza capital o se amortiza parte del capital y no se pagan intereses. La más habitual es la primera, la carencia de capital.
- Carencia de la hipoteca total: se trata de un periodo en el que no se pagan ni intereses ni se amortiza capital. Es decir, durante ese plazo, la cuota de la hipoteca es de cero euros.
Ventajas y desventajas de la carencia en las hipotecas
Los periodos de carencia de las hipotecas tienen pros y contras. En cuanto a las ventajas, destacamos el periodo de gracia que te facilitan, un tiempo en el que, al disminuir o eliminar la cuota, la economía familiar disminuye la presión de deuda y puede recuperarse.
Pero, como todo, este desahogo tiene un precio. Ten en cuenta que si pides una carencia de la hipoteca:
- La cuota que surja una vez finalizado el periodo de carencia puede ser algo superior a la que pagabas antes de aplicarlo.
- Aumentarás los intereses de la hipoteca, pagarás más por ella, ya que también aumentas el plazo de amortización.
- Para poder hacer efectivo el periodo de carencia tendrás que cambiar las condiciones del contrato de la hipoteca y, por tanto, hacer una novación.
- Es posible, también que finalizado el periodo de carencia se te aplique una subida en el tipo de interés de la hipoteca.
- En ocasiones, para poder acceder a la carencia, se tienen que cumplir ciertos requisitos.
¿Cuánto cuesta una carencia?
Se hace muy complicado hacer cálculos concretos acerca de cuánto te costará una carencia de la hipoteca. Ten en cuenta que intervienen varios factores: el tipo de carencia en sí (parcial o total), el periodo durante el que se extiende, el tipo de interés, los requisitos que se tengan que cumplir…
Pero, para que te hagas una idea, te explicamos cómo funciona: una vez finalizado el periodo de carencia, el banco recalculará la nueva cuota teniendo en cuenta el capital pendiente, el tipo de interés y el tiempo en el que has estado pagando sólo intereses o amortizando sólo capital. Por tanto, si se mantiene el plazo de amortización del inicio, las cuotas serán considerablemente más elevadas.
Para que la cuota resultante no sea tan elevada, es aconsejable que solicites a la entidad, en el mismo momento que pides el periodo de carencia, una ampliación del plazo de amortización del préstamo por el mismo tiempo que dura el periodo de carencia. Así incrementarás la deuda e intereses totales, pero las letras serán más bajas.
En cualquier caso, haz siempre tus propios números. En este sentido, te recomendamos que utilices la calculadora de hipotecas con carencia de CrediMarket para que hagas tus estimaciones y simulaciones y veas cuánto te puede costar.
Ejemplo de una hipoteca con carencia
Precisamente, hemos hecho una simulación acerca de las cuotas de una hipoteca con y sin periodo de carencia. Hemos tomado de base una hipoteca de 150.000 euros a amortizar en 23 años y con un tipo de interés del 3,00 %. El periodo de carencia que hemos aplicado es parcial, durante 12 meses al inicio del préstamo.
Estos son los resultados que hemos obtenido con la calculadora de hipotecas con carencia de CrediMarket:
- Hipoteca con carencia: las primeras 12 cuotas serán de 375 euros y las 264 restantes, de 776,84 euros. Al final del préstamo, se habrán abonado 209.586,65 euros (59.586,65 corresponden a intereses).
- Hipoteca sin carencia: se tendrán que afrontar 276 cuotas de 753,02 euros cada una. Al final del préstamo, se habrán abonado 207.834,72 euros (57.834,72 corresponden a intereses).
Cuándo pedir una carencia
Como hemos ido viendo, pedir un periodo de carencia en la hipoteca tiene un coste que, si nos podemos evitar, nunca está de más. Con todo, en ocasiones nos puede venir bien pagar ese precio. Estos son algunos casos:
- Si ha empeorado nuestra situación económica (se han reducido los ingresos que entran en casa) y no podemos hacer frente a las cuotas.
- Para recuperarte económicamente si acabas de comprar la casa, has desembolsado un importe considerable de dinero y te has quedado con pocos o ningún ahorro.
- Si has solicitado una hipoteca autopromotor para construir tu casa. Tu economía estará más desahogada mientras la construyes.
- Si quieres comprar una nueva casa, pero antes quieres vender la actual, que tienes hipotecada. En estos casos puede venir bien una hipoteca puente con carencia.
Requisitos para solicitar una carencia de la hipoteca
El principal requisito que se tiene que cumplir, cuando se quiere acceder a una carencia de la hipoteca, es estar al día de los pagos. Más allá, existen otras condiciones que variarán según la entidad en la que se haya suscrito la financiación. De existir, las encontrarás en el contrato que firmaste.
Estas son los principales requisitos para acceder a una carencia de la hipoteca:
- Haber pagado un número mínimo de cuotas.
- Tener varios productos contratados.
- Que quede un tiempo de amortización mínimo o máximo.
Cómo pedir una carencia de hipoteca
Si quieres acogerte a un periodo de carencia en la hipoteca, lo primero que debes hacer es revisar el contrato que firmaste al suscribirla. En el caso de que aparezca esta posibilidad (y cumplas con los requisitos que te exijan, si te lo piden), tienes mucho adelantado.
Y es que, en este caso, deberás acudir al banco en el que tienes contratada tu financiación y explicarles que te quieres solicitar una carencia en las cuotas de tu hipoteca.
Si esta posibilidad no se contempla o no cumples con los requisitos, tendrás que negociar con el banco. Precisamente, al tratarse de una negociación, no existe un modelo estándar de cómo pedir un periodo de carencia en la hipoteca.
Desde CrediMarket, te recomendamos que acudas a tu oficina de referencia y expliques la situación (sobre todo si pides la carencia de la hipoteca porque no puedes asumir los pagos). Es posible que la entidad financiera sólo te acepte la concesión si cumples de forma estricta con los requisitos que te imponga.
Si fuera así, analiza si te interesan o no las condiciones que te exige para concederte el periodo de gracia. Si no, intenta buscar otras alternativas (mejorar el tipo de interés, ampliar el plazo de amortización, negociar una subrogación y cambiarla de banco..).
Qué bancos tienen hipotecas con carencia
Si más que acogerte a un periodo de carencia, estás buscando hipotecas que incluyan esa posibilidad desde el momento en el que las contratas, que sea una de sus condiciones, te recomendamos que visites el comparador de hipotecas con carencia de CrediMarket.
En él, encontrarás la principal oferta del mercado. Y es que has de tener en cuenta que, aunque su aplicación siempre se puede negociar, no todos los bancos comercializan hipotecas con carencia.
Así, en nuestro comparador encontrarás todo el listado. Además, si lo deseas, siempre podrás contactar con nuestros agentes expertos que, gratis y sin compromiso, te atenderán telefónicamente y te ayudarán a comparar, escoger e, incluso, contratar la mejor opción para ti.
Más allá de la carencia: alternativas
Existen varias alternativas a pedir una carencia en la hipoteca, sobre todo si tu objetivo es reducir las cuotas para disminuir la presión de la deuda familiar. Pero eso sí, todas ellas, pasan por negociar con el banco y, en muchos casos, modificar los términos del contrato de la hipoteca: hacer una novación.
Te explicamos los más comunes:
- Renegociar el tipo de interés: rebajar el existente o cambiar de hipoteca fija a variable o a la inversa.
- Ampliando el plazo de amortización: pagando menos cuota durante más tiempo. A la larga se habrán abonado más intereses pero las letras serán más bajas.
En este aspecto hay que tener en cuenta que es posible que consigamos mejores condiciones, si nuestra entidad nos lo niega o no nos convence lo que nos ofrece, cambiando la hipoteca de banco, a través de lo que se conoce como una subrogación de hipoteca.