Estudiar una carrera universitaria, un máster o un doctorado tiene un coste elevado. Pero existen varias vías para poder salvar este problema, como los préstamos para estudios. Aquí te vamos a contar cómo son, qué requisitos y gastos tienen…
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Qué es un préstamo para estudios
Un préstamo para estudios es un tipo de financiación cuya finalidad es abonar los gastos derivados de una formación académica superior. Y puede cubrirlos total o parcialmente.
Un préstamo para estudios suele usarse para pagar la matrícula y otros costes (libros, material, manutención en el caso de cursarse en el extranjero…) relacionados con:
- Una carrera universitaria (en España o en un centro ubicado en otro país).
- Un máster.
- Un doctorado.
En cualquier caso, se debe tener en cuenta que un préstamo para estudios no es una beca, de manera que se tiene la obligación de devolver el dinero que se haya pedido, junto con los intereses que genere, en el plazo establecido.
Características de un préstamo para estudios
Aunque no dejan de ser un tipo de financiación, un préstamo para estudios presenta una serie de características que lo diferencia de uno convencional:
- Se dirigen a estudiantes.
- Su finalidad es cubrir los gastos académicos de estudios superiores o de posgrado.
- Los tipos de interés suelen ser más flexibles.
- Las cantidades económicas varían según la entidad, pero la mayoría conceden hasta 60.000 euros.
- Un préstamo para estudios no suele estar asociado a otros productos de la entidad. Es posible que el banco solo te requiera abrir una cuenta (donde te ingresará el dinero y te pasará las letras, cuando toque) con ellos.
- El plazo de amortización máximo habitual en un préstamo para estudios se alarga hasta diez años.
- Algunos bancos ofrecen un periodo de carencia en el cual solo pagarías intereses durante un tiempo fijado de antemano.
- Si no dispones de recursos económicos, se puede incluir a un familiar como cotitular o como avalista.
Tipos de préstamo para estudio
Los préstamos para estudios se dividen, básicamente, en dos tipos. Por una parte, en función de la cantidad dinero que entregan. Por otra, su finalidad. Al detalle.
Préstamo para estudios según el dinero
Dentro de este tipo de préstamo para estudios, la clasificación sería:
- Total: cubren íntegramente el coste de la formación (matrícula, coste periódico, desplazamiento, materiales).
- Parcial: el dinero que facilita es para pagar, solo, la matrícula.
Préstamo para estudios según su finalidad
Sí, la finalidad (en el sentido amplio de la palabra) de un préstamo para estudios es pagar los gastos derivados de una formación superior. Pero se puede concretar aún más:
- Préstamos para máster y doctorado: están pensados para poder pagar el coste de la formación y los materiales que se necesiten, como libros, ordenador portátil, etc.
- Préstamos para carreras universitarias: su finalidad es poder pagar la matrícula y cada año de estudios, así como los materiales necesarios.
- Anticipo de beca: cubre el importe de una beca que se ha otorgado pero que aún no se ha recibido. En este caso, la amortización se produce cuando se recibe la beca. Y se abona, habitualmente en un solo pago, el dinero adelantado y los intereses que haya generado.
- Estudios en el extranjero: se solicitan cuando se va a recibir una formación en otro país. Suelen cubrir el coste de la matrícula, la formación completa y los materiales, el alojamiento y la manutención.
Requisitos para conseguir un préstamo de estudios
Cada entidad bancaria dispone de sus propios requisitos, en función de sus criterios y políticas de concesión. Pero algunos se repiten. Estos son los más habituales:
- El solicitante ha de ser mayor de edad. Generalmente la horquilla va desde los 18 hasta los 30.
- Tener la residencia en España.
- Aportar un justificante de la matrícula donde se va a realizar la formación. Para justificar la finalidad del préstamo.
- Contar con la solvencia necesaria para poder devolver el préstamo junto con los intereses. Del propio estudiante (si trabaja al tiempo que estudia) o de un avalista.
- El solicitante (o avalista) no debe de figurar en ninguno de los listados de impagos y morosidad que existen, como ASNEF.
En qué fijarse a la hora de contratar un préstamo de estudio
Un crédito de estudio es similar a uno tradicional, tan solo se diferencia en su finalidad. Es por ello que a la hora de buscar, debemos de fijarnos en una serie de cuestiones como:
- El tipo de interés que nos van a aplicar. Cuanto mayor sea, más nos costará el préstamo.
- El plazo de amortización. Se debe elegir el que mejor se adapte a nuestro caso y que nos permita poder ir devolviéndolo sin problema.
- La cuota mensual es el dato que debemos de tener muy en cuenta, ya que será la carga que tendremos que soportar hasta que saldemos la deuda.
- Las comisiones, tanto la de apertura como la de amortización anticipada. Por ejemplo, la de apertura suele rondar el entre el 1,00 % y el 2,00 % del importe que se solicita.
¿Existen préstamos para estudiantes sin ingresos?
Sí. Los bancos suelen ser más flexibles a la hora de conceder un préstamo para estudios y para ello existe una opción: financiaciones sin intereses, cuya gran característica es que solo se tiene que devolver el principal.
Su razón de ser se basa en que las entidades son conscientes de que un estudiante es una persona joven que aun no se ha incorporado al mercado laboral o en el caso de haberlo hecho suele ser con un trabajo a tiempo parcial y baja remuneración.
La parte positiva es que la cuota mensual que hay que pagar es más baja. La parte negativa, que la cantidad prestada es menor y puede resultar insuficiente para cubrir otros gastos como materiales, o bien que no alcance para los gastos que supone realizar la formación en centros privados o de mayor prestigio.
Alternativas a los préstamos de estudios
Un préstamo para estudios no es la única vía que existe para financiar un curso de formación. Existen otras alternativas:
- La financiación privada del centro donde se va a estudiar: muchas universidades ofrecen la posibilidad de concertar con ellas préstamos. Generalmente van dirigidos a los estudiantes que tienen una nota más elevada, por lo que no son viables para todos.
- Diferir el pago. Dicho de otro modo, abonar la matrícula en cuotas mensuales sin costes adicionales. El único problema es que no resuelve el problema de otros gastos como materiales, alojamiento, etc.
