Desde pintar la casa hasta transformar un cuarto en despacho, reformar el baño o la cocina. Cualquier momento es idóneo para reformar tu casa. ¿Necesitas financiación para las obras? ¡Te explicamos cómo son los préstamos para obras!
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Dicen que la primavera, con sus primeros días de calor, es la época ideal para hacer obras en casa. Con todo, cualquier momento es bueno. Ya sea pintar la casa, tirar ese tabique que hará ampliar tu salón, reformar la cocina o el baño o transformar ese cuarto medio abandonado en un despacho para poder teletrabajar en condiciones.
Sin embargo, puede ocurrir que al pedir presupuesto el precio sea más elevado de lo que se esperaba y no se cuente con los suficientes ahorros para llevarlas a cabo. Si se está convencido de querer hacerlas, existe la opción de la financiación.
Si se opta por pedir un préstamo, eso sí, es recomendable estudiar y comparar toda la oferta actual, para así solicitar el que mejor se adapte a las necesidades del cliente. A continuación detallamos cuatro de las opciones del mercado financiero.
Anticipo nómina
Las entidades ofrecen este préstamo a aquellos clientes que tienen la nómina domiciliada desde hace un tiempo y que cuentan con un buen perfil crediticio. Esto incluye haber respondido bien al pago de otros préstamos o créditos y no aparecer en ningún listado de morosidad
El importe que se puede conseguir suele corresponder a entre tres y seis nóminas y no suele superar los 6.000 euros. El dinero está disponible, normalmente, en un máximo de 48 horas.
Los anticipos nómina no aplica intereses, aunque sí suele incluir una comisión de apertura o gestión que puede ser de entre el 1 % y el 3 % del dinero que se pida.
Préstamo preconcedido
Se trata de un préstamo destinado a los clientes que cuenten con un buen perfil bancario y tengan contratados otros productos de la entidad, como una cuenta corriente, nómina, de ahorro...
Los importes que se pueden conseguir pueden bailar entre un mínimo de 3.000 euros y un máximo de 20.000 euros. Además, habitualmente se puede solicitar vía online, telefónica, cajero o en la oficina física. Una vez se ha aceptado la solicitud, puede estar disponible entre 24 y 48 horas después.
Los préstamos preconcedidos aplican unos intereses más elevados que los préstamos al consumo y pueden alcanzar entre el 13,00 % y el 15,00 %.
Préstamo al consumo
Es la financiación «más habitual». En este caso el cliente pide a la entidad una cantidad de dinero con una finalidad en concreto y se compromete a devolverlo con unos intereses y un tiempo de amortización determinados.
Antes de concederlo la entidad estudiará el perfil crediticio del cliente y, entre otros, tendrá en cuenta que su porcentaje de endeudamiento no supere entre el 30 % y el 35 % de los ingresos.
Es el préstamo con el que más dinero se puede conseguir: entre un mínimo de entre 3.000 y 5.000 euros y un máximo de 60.000 euros. Se debe tener en cuenta que es posible que se tengan que presentar los justificantes de compra, por lo que si el coste de las obras no alcanza el mínimo de dinero concedido, no se podrá optar a él.
Desde que se envía la solicitud, la concesión del préstamo puede alargarse entre 72 horas y dos semanas, en función de los estudios que tenga que hacer el banco y la complejidad de la operación..
Según indica el Banco de España se mueve en torno al 8,00 %, aunque esto depende de varios factores, como el plazo de amortización o el importe solicitado.
Tarjeta de crédito
Las tarjetas de crédito son un medio de pago pero también de financiación. Permite hacer pagos a crédito, aunque en el momento de hacer la compra no se disponga de dinero en la cuenta, y aplazar la devolución en uno o varios meses.
No existe una horquilla más o menos fija en el dinero que se puede tener en una tarjeta ya que depende del perfil del usuario y del tipo de tarjeta (no es lo mismo una tarjeta oro que una platino). Es el banco establecerá el límite de crédito en base a su capacidad de endeudamiento.
Si se dispone de la tarjeta la disposición del dinero es inmediata. Sin embargo, si se debe solicitar la emisión de una tarjeta puede demorar hasta un mes ya que el banco estudiará el perfil del solicitante tan a fondo como si pidiera un préstamo personal.
El tipo de interés puede alcanzar el 20,00 %, aunque esto depende de la entidad y la tarjeta que se contraten.
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