El cálculo del interés real que habrá que pagar, el límite de las comisiones o la antigüedad exigida son algunas de las cuestiones con las que se debe estar alerta antes de contratar cualquiera de los préstamos personales que comercializan las entidades.
Según datos del Banco de España, el 70% de las reclamaciones que se presentan provienen de las “operaciones de activo”, es decir de los préstamos y créditos. Para evitar que tengamos que presentar una reclamación por un préstamo personal, hemos analizado las cuestiones más enrevesadas que puede esconder la letra pequeña de estos productos de financiación.
Préstamos con interés 0%
Cada vez es más habitual ver préstamos “al 0%” pero hay que tener en cuenta que esto no significa que sea un préstamo sin intereses. Es decir, estos tipos de préstamos conllevan alguna comisión o algún gasto y por lo tanto su coste puede llegar a ser mayor que el de algún préstamo que sí que aplique un tipo de interés.
Para saber si este va a ser el caso, es esencial que se calcule la TAE (Tasa Anual Equivalente). Este parámetro te permitirá conocer el coste real de un préstamo.
Más allá de la TAE, hay otras cuestiones que también es necesario analizar para saber el coste real, en este caso hablamos de los productos vinculados que se tienen que contratar. La nómina, los seguros o el gasto determinado de una tarjeta añaden un coste que no se puede reflejar en la TAE pero que puede aumentar el total que has de pagar a la entidad.
Hay comisiones reguladas por ley
Los préstamos personales conllevan el pago de algunas comisiones para compensar algunos trámites: comisión de apertura, estudio, cambio de condiciones, entre otras. Hay algunos casos, como sucede con la apertura, el estudio o la modificación de las condiciones que cada entidad puede fijar el importe de la comisión que quieran.
Pero hay dos comisiones cuyo importe máximo está regulado por ley: la comisión por cancelación y la de amortización anticipada. En ambos casos, la normativa actual establece que el banco no podrá cobrar más de un 1% del importe reembolsado si el tiempo que quede para que finalice la “vida” del crédito es superior a un año. Si por el contrario, es inferior el tope está estipulado en el 0,5%.
Cabe destacar, que el importe que se pague por estas comisiones nunca debe ser mayor a los intereses que el usuario tendría que haber abonado de haber continuado amortizando su préstamo con normalidad.
También hay que saber que las comisiones pueden tener un mínimo en euros. En los préstamos personales la comisión por apertura o estudio suelen llevar un porcentaje y un importe mínimo en euros.
¿Antigüedad con el banco para pedir un préstamo?
Cada vez es más común que las entidades exijan cierta antigüedad para asegurarse de que conocen su trayectoria. En el caso de que la antigüedad sea mínima, suelen exigir que el cliente adquiera una vinculación con el banco. Esta vinculación puede consistir en domiciliar la nómina, contratar algún seguro y/o realizar gasto con alguna tarjeta de la entidad.
Tope máximo en los intereses por demora
Cuando nos retrasamos en el pago de la cuota de un préstamo personal, el banco nos cobrará varias comisiones. Lo primero será la aplicación de un cargo por reclamación de posiciones deudoras y, después, te aplicará un interés de demora.
En mayo de 2015 un sentencia del Tribunal Supremo declaró abusivas aquellas cláusulas en las que se estableciera que el interés a pagar por la demora superara en dos puntos el interés ordinario que pagaba el cliente.
Esto quiere decir que si tienes un préstamo a un interés del 4% y en algún momento te retrasas en el pago de las cuotas, el banco no podía pedir más de un 6% en concepto de intereses de demora.
