sábado, 4 enero 2025
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    ¿Existen los préstamos sin intereses? ¿Cómo son?

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    ¿Existen realmente los préstamos sin intereses? La respuesta es sí, aunque tienes que tener en cuenta que puede ser que no sean totalmente gratis. Si quieres saber todo sobre este tema sigue leyendo. 

    Más información sobre préstamos, aquí

    Qué son los préstamos sin intereses 

    Los préstamos sin intereses se caracterizan por no llevar asociado el pago de ningún tipo de interés, de manera que únicamente tendríamos que devolver el capital que nos prestaron. 

    En la gran mayoría de los casos, cuando pedimos un préstamo al banco, éste conllevará también el abono de gastos y de intereses. Éstos últimos variarán según la entidad y teniendo en cuenta la edad del solicitante, su solvencia económica, perfil de riesgo, duración del préstamo, evolución de la economía, etc. 

    Al hablar de los intereses de un préstamo hay que fijarse en dos elementos

    • TAE (Tasa Anual Equivalente): refleja el coste real del préstamo, ya que tiene en cuenta los gastos, las comisiones y la duración temporal. 
    • TIN (Tipo de Interés Nominal): es un valor que indica cuánto pagaremos por el préstamo, pero a diferencia del TAE no incluye comisiones ni otros gastos financieros. 

    Es cierto que aunque no sea la norma general, existen préstamos sin intereses o bien con un tipo de interés muy bajo. En unos casos van dirigidos a favorecer a determinados grupos de personas o proyectos, y otros sí están abiertos al público en general. 

    ¿Son realmente gratis los préstamos sin intereses? 

    No es frecuente encontrar préstamos sin intereses, pero existen. Lo que sucede es que en muchas ocasiones tienen gastos.

    Para asegurarnos de que realmente es un préstamo sin intereses y sin gastos, basta con mirar su TAE. Si es del 0 % significará que el préstamo es cierto que no tiene ningún coste

    Con todo, hay préstamos sin intereses pero no son totalmente gratuitos, ya que suelen cobrar por otros conceptos, generalmente mediante dos vías:

    • La contratación de otros productos propios de la entidad, lo que se denomina vinculación. Este hecho, ya de por sí, implica determinados costes. 
    • Comisiones: por aplazamiento de pagos, por la apertura… 

    Por tanto, aunque pueda parecer imposible, cabría la posibilidad de que un préstamo sin intereses o con intereses más bajos de lo normal, al final tenga un coste e, incluso, nos resulte más caro que un préstamo con los intereses tradicionales. Todo dependerá del precio de los otros gastos o comisiones

    Qué gastos pueden tener los préstamos sin intereses 

    Hemos visto que los préstamos sin intereses suelen llevar, en su mayoría, una serie de gastos que impiden que en realidad se trate de préstamos 100 % gratis. 

    Cada entidad decide qué comisiones cobrar y la cuantía, siendo las más frecuentes las siguientes: 

    • Comisión de apertura: es un gasto que nos cobrará el banco por el análisis, estudio y tramitación del préstamo, así como por los costes administrativos. Puede ser una cantidad fija o bien un porcentaje de la cantidad solicitada de préstamo. 
    • Comisiones de estudio: este gasto se cobra por analizar y estudiar el perfil del cliente, su solvencia y nivel de riesgo. Se cobra una sola vez. 
    • Vinculación: son los productos que el banco nos exigirá contratar si queremos que nos conceda el préstamo sin intereses. La mayoría de ellos conlleva una serie de gastos, por ejemplo contratar un seguro, utilizar tarjetas que tienen un coste de mantenimiento, etc. 
    • Comisión por reclamación y demora en el pago: es un coste que surge solo cuando no se paga una cuota en el plazo establecido y la entidad se pone en contacto con el titular del préstamo para reclamárselo.   
    • Comisión por cancelación anticipada total o parcial: según la entidad, pueden cobrar por la cancelación anticipada del préstamo. Conviene ver cada caso por si interesa o no realizar dicha cancelación. 

    Tipos de préstamos sin intereses 

    Existen diferentes tipos de préstamos sin intereses. La clave es conocer cada uno de ellos y ver realmente cuál se adapta mejor a nuestras circunstancias: 

    • Tarjetas de crédito: permiten la opción de aplazar el pago sin intereses de las compras que hayamos realizado, aunque dicho aplazamiento suele ser máximo 3 meses. Las comisiones pueden variar en función de la entidad. 
    • Tarjetas comerciales: muchos establecimientos ofrecen sus propias tarjetas para poder fraccionar el pago de las compras sin intereses y generalmente durante un máximo de 12 meses. Al igual que en el caso anterior, conviene saber los gastos que puedan tener. 
    • Determinados préstamos personales dirigidos a determinados colectivos (por ejemplo a estudiantes) y para una finalidad concreta (pagar sus estudios). Suelen tener otras comisiones e incluso la exigencia de vinculación mediante la contratación de otros productos. 
    • Anticipo de la nómina: algunos bancos ofrecen a algunos clientes que tienen la nómina domiciliada. El plazo para su devolución suele ser máximo de 3 meses. Aunque este tipo de préstamo no tiene intereses, sí conlleva comisiones.

    Cómo conseguir un préstamo sin intereses 

    En realidad, el proceso, requisitos y documentación cuando se va solicitar un préstamo sin intereses es prácticamente similar al de uno tradicional. Así, primero nos debemos asegurar de que cumplimos con los requisitos. Los básicos:

    • Ser mayor de edad. 
    • Residir en España. 
    • Tener el DNI actualizado y vigente. 
    • Disponer de una cuenta bancaria en la entidad donde vas a solicitar el préstamo. 
    • Ser solvente, acreditando tus fuentes de ingresos (contrato laboral, arrendamientos, pensión, etc). En caso de no ser suficiente, te pueden pedir un aval. 
    • No aparecer en ninguno de los archivos de morosidad e impagos, como ASNEF

    Y, para poder demostrarlo, tendrás que aportar cierta documentación. Estos son, también, unos básicos (puede variar en función de la entidad):

    • Documento oficial que acredite tu identidad. Valdrá con llevar el DNI o el número de identificación de extranjero (NIE). 
    • Extracto de tu cuenta bancaria. 
    • Última nómina si eres trabajador por cuenta ajena. En caso de ser autónomo, la última declaración trimestral. 
    Ismael De La Cruz
    Ismael De La Cruz
    Consultor financiero. Colabora en medios de España y Estados Unidos. Durante 12 años ha escrito un artículo semanal en Expansión. Ha sido miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos
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