Es más que posible que, cuando vayas a contratar una hipoteca, la entidad te sugiera la suscripción de otros productos de su cartera. Son los productos bonificables, con los que puedes obtener una rebaja del tipo de interés. Te explicamos todo lo que debes saber sobre las hipotecas bonificadas.
- 1 Hipoteca bonificada: qué significa
- 2 Hipotecas bonificadas: productos que reducen el interés
- 3 ¿Las hipotecas bonificadas son legales?
- 4 ¿Son obligatorios los productos bonificados?
- 5 Hipoteca bonificadas e hipoteca sin bonificar: cómo comparar la rebaja
- 6 En qué fijarse al contratar una hipoteca bonificada
- 7 Requisitos de una hipoteca bonificada
- 8 Encuentra tu hipoteca bonificada o sin bonificar
Hipoteca bonificada: qué significa
Una hipoteca bonificada es aquella que tiene asociada la contratación de otros productos de la entidad. Y, a través de su suscripción, se consiguen mejores condiciones: básicamente, se reduce el tipo de interés de la hipoteca.
Los productos bonificados, que tienen un coste, pueden variar de una entidad a otra. Además, su contratación no es obligatoria. De hecho, la aprobación o no de la hipoteca no puede estar condicionada a si el cliente decide suscribir o no las bonificaciones.
Hipotecas bonificadas: productos que reducen el interés
Cada entidad tiene su lista de productos bonificables de las hipotecas. En cualquier caso, estos son los más habituales.
- Domiciliar una nómina: más allá de los gastos asociados a la cuenta, no supone un coste extra para el cliente. Con todo, es posible que te pidan que la nómina a ingresar tenga un importe mínimo.
- Domiciliar recibos: de dos, tres o hasta cuatro empresas de suministros. Puede ser el recibo de la luz, el gas, el teléfono, etcétera.
- Seguro de vida: Cubre el riesgo de fallecimiento del titular del préstamo. Su coste puede situarse entre los 300 y los 800 euros anuales.
- Seguro de hogar: Cubre no sólo el continente, es decir, la casa, sino también el contenido. Su coste anual puede moverse entre los 200 y los 400 euros anuales.
- Seguro de protección de pagos: Garantiza el pago de una serie de cuotas determinadas de antemano en caso de pérdida de ingresos. Su prima acostumbra a oscilar entre el 1,00% y el 1,5% del capital prestado. Se suele abonar por medio de una prima única: el cliente paga una sola cuota que suele ser al inicio del préstamo.
- Tarjetas de crédito y débito: Su contratación no suele suponer un gasto extra para el cliente, aunque algunas entidades exigen un gasto mínimo anual en comercios con las tarjetas.
- Planes de pensiones: los bancos suelen pedir una aportación mínima anual que puede llegar a ser de hasta 2.000 euros al año, aunque varía en cada caso.
¿Las hipotecas bonificadas son legales?
Sí, las hipotecas bonificadas son legales. Según la Ley 5/2019 de 15 de marzo reguladora de los contratos de crédito inmobiliario, están prohibidas las vinculaciones pero no las bonificaciones.
Es decir, la concesión de una hipoteca no puede estar condicionada a la contratación de otros productos de la entidad, aunque esta sí puede ofrecer bonificaciones (habitualmente rebajas del tipo de interés de la hipoteca) si se suscriben.
En cualquier caso, el banco o financiera deberá facilitar toda la información relativa al préstamo hipotecario y las bonificaciones (condiciones, características, implicaciones, precio, etcétera) en la documentación informativa, básicamente en la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN).
¿Son obligatorios los productos bonificados?
No. La contratación de los productos bonificados en una hipoteca no es obligatoria. De hecho, la ley sólo requiere que los titulares de un préstamo hipotecario suscriban un seguro de incendio que cubra el valor del continente si la vivienda sufriera determinados daños (por un incendio, una explosión o ciertos fenómenos meteorológicos como tormentas o granizadas).
Más allá, no hay ninguna otra obligación. Además, la norma establece que los titulares de la hipoteca pueden suscribir su póliza de incendios con cualquier compañía aseguradora: la que opera con el banco o cualquier otra.
Y, en el caso de encontrar un seguro con las mismas o mejores condiciones, la entidad no podrá empeorar las condiciones del préstamo.
Hipoteca bonificadas e hipoteca sin bonificar: cómo comparar la rebaja
Si quieres saber cuánto te cuesta una misma hipoteca bonificada y sin bonificar te recomendamos que te fijes en la Tasa Anual Equivalente (TAE) de cada una de ellas ya que es el epígrafe que te indica cuál es su precio real.
Y es que, más allá del interés, una hipoteca conlleva otros gastos y los principales están incluidos en la TAE ya que suma el Tipo de Interés Nominal (TIN) más el coste de las comisiones y algunos productos bonificables.
En este sentido y si quieres números más ajustados a cómo serán las cuotas, te aconsejamos que hagas tus propios números con la TAE de tu hipoteca bonificada y la TAE de tu hipoteca sin bonificar. Para ello puedes usar la calculadora de hipotecas de CrediMarket.
Además, recuerda que en una hipoteca fija la TAE será siempre la misma durante todo el plazo de amortización, pase lo que pase con los mercados. En cambio, en una hipoteca variable cambiará en cada revisión en función de lo que suceda con el tipo al que esté referenciada (en España, la gran mayoría al Euríbor).
En qué fijarse al contratar una hipoteca bonificada
Como con cualquier otra hipoteca, antes de contratar una bonificada debes tener en cuenta varios aspectos y, además de hacer tus números, plantearte algunas reflexiones:
- Comparar el coste tienen los productos bonificables y qué rebaja supone su contratación en las cuotas de tu hipoteca con el coste de los mismos productos fuera del banco y el precio de las cuotas si no los suscribes.
- Qué uso vas a dar a los productos bonificados: si vas a sacar provecho de los beneficios que te puedan ofrecer.
- Si vas a poder cumplir con los requisitos de los productos bonificados. Por ejemplo, si la bonificación que obtienes con una tarjeta de crédito va asociada a un gasto determinado, si vas a poder hacerlo.
Requisitos de una hipoteca bonificada
Los requisitos de una hipoteca bonificada son los mismos que los de cualquier otro préstamo hipotecario. Básicamente:
- Contar con estabilidad laboral, un contrato indefinido y cierta antigüedad en la empresa.
- Destinar menos del 35 % de los ingresos a pagar deudas (sería la suma de la cuota de tu hipoteca bonificada y cualquier otra financiación que puedas tener).
- No haber figurado nunca en un listado de morosidad como ASNEF.
- Contar con ahorros, al menos el 30 % del valor de tasación o compraventa del inmueble (un 20 % para la entrada y un 10 % para los gastos de comprar una vivienda).
- Presentar toda la documentación que te pidan.
- Aportar un aval, si te lo piden.
Encuentra tu hipoteca bonificada o sin bonificar
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