Cómo conseguir una ampliación de hipoteca 

Una ampliación de hipoteca consiste en cambiar las condiciones de nuestra hipoteca actual. Puede ser de plazo, capital o ambos, en función de las necesidades. Y es que es una operación financiera que se inicia a raíz de una petición del titular del préstamo. Si quieres saber en qué consiste y cómo conseguir una ampliación de tu hipoteca, sigue leyendo… 

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Qué es una ampliación de hipoteca 

Una ampliación de hipoteca es una acción financiera que consiste en cambiar las condiciones actuales de nuestra hipoteca. Habitualmente se lleva a cabo ampliando el capital que se había solicitado al inicio, el plazo de amortización que se había estipulado o ambas cosas a la vez.  

Ampliar una hipoteca es una operación flexible. Es decir, no tiene unas características concretas. Así, cada titular de hipoteca puede modificar los aspectos que considere, en función de su necesidad más actual. En cualquier caso, es el titular de la hipoteca quien solicita el trámite de la ampliación, no el banco. 

Tipos de ampliación de hipoteca 

Cuando vas a ampliar una hipoteca puedes hacerlo, básicamente, de tres maneras: 

• Ampliación del capital de la hipoteca. Esto es, pides más dinero al banco. Te servirá para disponer de más liquidez, pero a su vez las cuotas serán más altas ya que tendrás que devolver un mayor importe en el mismo plazo de amortización.  
• Ampliación del plazo de amortización de la hipoteca. Pagar las deudas en más años de los que se acordaron en un inicio. Reducirás el importe que pagas cada mes en la letra. Eso sí, a la larga abonarás más intereses.  
• Ampliación del capital y el plazo. Solicitas más dinero y acuerdas devolverlo en un periodo de tiempo más amplio que el que tenías al inicio.  

¿Por qué ampliar mi hipoteca? 

Puedes ampliar hipoteca por muchos motivos. En función del que se trate, es más recomendable un tipo de ampliación que otro. En cualquier caso, si tuvieras que ampliar la hipoteca, te recomendamos que antes de concretarlo, hagas tus números. En este sentido, un simulador de hipotecas como el de CrediMarket, te puede ser de gran ayuda. 

A continuación, te listamos algunos motivos por los cuales ampliar la hipoteca y por qué tipo de ampliación nos decantaríamos nosotros en cada uno de los casos. 

• Hacer una reforma de gran magnitud. Ten en cuenta que el tipo de interés de las hipotecas es más bajo que el de los préstamos personales. En este caso, si tu situación es holgada, nosotros pediríamos una ampliación de capital.  
• Comprar una segunda residencia. Si no quieres pedir una hipoteca concreta para segundas viviendas, puedes solicitar una ampliación de la actual. Dado el precio de los pisos, pediríamos una ampliación de capital y de plazo de amortización.  
• Pagar menos en un momento en el que han menguado los ingresos familiares. Aquí elegiríamos una ampliación de plazo, para reducir las cuotas.  
• Financiar un negocio. En función de tus necesidades y perfil, podrías optar por una ampliación de capital o una ampliación de capital y plazo.  
• Reunificar deudas y añadirlas todas bajo una única financiación. Dado que habitualmente este tipo de operación se lleva a cabo para pagar menos cada mes, optaríamos por una ampliación de plazo y capital.  

Requisitos de una ampliación de hipoteca 

Una ampliación de hipoteca es una acción que se inicia a partir de la petición que el titular de la misma hace en el banco. En principio, puede solicitarla cualquier persona que tenga contratada una, aunque debes tener en cuenta que la entidad es la que tiene la última palabra. Es decir, decide si la concede o no.  

A pesar de que ya tienes tu financiación contratada, al querer ampliarla, el banco te pedirá que cumplas con ciertas condiciones. Son similares a los requisitos al pedir una hipoteca, aunque no tan estrictos. Aunque cada entidad tiene sus propios criterios, básicamente estamos hablando de:  

• Tener unos ingresos justificados, permanentes y suficientes. 
• Contar con estabilidad laboral: llevar al menos dos años en el actual empleo. 
• No tener pagos pendientes ni haber estado en listados de morosidad, como ASNEF.  
• Contar con un nivel de endeudamiento sano. Dicho de otro modo, no destinar más del 30 % de los ingresos a pagar deudas.  
• Justificantes del motivo de la ampliación.  
• No superar, una vez acabado el nuevo plazo de amortización (si se amplía), la edad máxima que haya establecido la entidad como tope a la hora de acabar de pagar la hipoteca. 
• Poder presentar un aval, en el caso que se exija uno.   

Además, para analizar tu solicitud de ampliación de hipoteca, el banco te pedirá que aportes algunos documentos extra como, por ejemplo, las últimas nóminas, el documento con tu vida labora actualizada, etcétera. 

Gastos de ampliar una hipoteca 

La ampliación de una hipoteca tiene un coste, una serie de gastos que se van a tener que abonar: 

• Comisión de cambio de condiciones, por novación de la hipoteca. Está delimitado por Ley. Encontrarás el porcentaje que se aplica a tu hipoteca en el contrato que firmaste al suscribirla.  
• Tasación de la vivienda: el banco la necesita para saber si el valor de la misma ha cambiado desde que firmaste la hipoteca.  

Como en cualquier otra novación, el banco asumirá los gastos relacionados con la notaría, la gestoría, el registro de la propiedad…  

Alternativas a la ampliación de hipoteca 

Posiblemente, ampliar la hipoteca sea una de las opciones más baratas de conseguir más liquidez. Con todo, el banco puede no aceptarla. Te explicamos otras alternativas a contemplar, más allá de una ampliación.  

• Cambiar de banco la hipoteca, que se conoce como subrogación de hipoteca. Aunque conlleva una serie de gastos, posiblemente más amplios que otras opciones, puedes aprovechar este cambio para modificar el tipo de interés de la hipoteca (pasar de hipoteca variable a hipoteca fija o a la inversa), ampliar el plazo de amortización, etcétera.  
• Rehipotecar la vivienda. Consiste en pedir una nueva hipoteca sobre el inmueble y, con el dinero que se obtiene, amortizar anticipadamente la hipoteca inicial y destinar el resto del dinero a la finalidad para la que se lleva a cabo la gestión.  
• Pedir un préstamo personal es otra posibilidad. Si optaras por ella, ten en cuenta dos factores. Por una parte, el tipo de interés de los préstamos personales es más elevado que el de las hipotecas. Por otra, el capital al que puedes acceder a través de un préstamo personal es mucho inferior, a lo sumo, 60.000 euros (pocas veces 80.000), y el plazo de amortización más corto (8 años máximo).   

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