Una hipoteca variable es aquella cuyo interés está vinculado a un tipo de referencia, habitualmente el euríbor, y cuyo valor se revisa cada cierto periodo de tiempo. Así, si el tipo de referencia sube, las cuotas se encarecen; si baja, se abaratan. Descúbrelo todo acerca de las hipotecas variables (y cómo conseguir la mejor para ti) en este artículo.
Compara y consigue la mejor hipoteca variable
- 1 ¿Qué son las hipotecas variables?
- 2 Cómo funciona una hipoteca a tipo variable
- 3 El euríbor en las hipotecas variables
- 4 En qué fijarse al contratar una hipoteca variable
- 5 Calcular las cuotas de tu hipoteca variable
- 6 ¿Es mejor una hipoteca variable o una fija?
- 7 Encuentra la mejor hipoteca variable
¿Qué son las hipotecas variables?
Una hipoteca variable es un tipo de préstamo hipotecario cuya principal peculiaridad es el tipo de interés que se le aplica, que va variando cada determinado tiempo a lo largo de todo el plazo de amortización.
Así, el tipo de interés de una hipoteca variable lo forma la suma de dos porcentajes. Por una parte, un diferencial, que no cambia a lo largo de toda la vida del préstamo. Por otra, un tipo de referencia, que se revisa cada cierto determinado periodo de tiempo y cuyo valor puede variar entre un momento y otro.
El tipo de referencia más usado, en la gran mayoría de hipotecas variables que hay en España, es el euríbor, aunque también podemos encontrar algunas vinculadas al Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios, IRPH.
Más allá del tipo de interés, la finalidad de las hipotecas variables suele ser la compra o rehabilitación de una vivienda. De hecho, te suelen facilitar hasta el 80 % del valor de tasación o compraventa de la misma. Y tienen un plazo de amortización que se extiende hasta 30 años.
Cómo funciona una hipoteca a tipo variable
El funcionamiento de las hipotecas variables es sencillo. Como hemos visto antes, el tipo de interés surge de la suma de dos porcentajes: el del diferencial y el del tipo de referencia (el euríbor es el mayoritario en España, aunque también podemos encontrar otros como el IRPH).
El valor del primer sumando será el mismo durante todo el plazo de amortización, no el del segundo, que se revisará cada cierto tiempo. Lo más habitual es las revisiones se produzcan cada seis o cada 12 meses.
Tanto el valor del diferencial como el tiempo que transcurre entre cada revisión del tipo de referencia se pactan antes de suscribir la hipoteca y están especificados en el documento de contratación.
Ten en cuenta que la gran mayoría de hipotecas variables, en España, son en realidad mixtas ya que cuentan con un periodo inicial (uno o dos años) en el que el interés que aplican es fijo.
El euríbor en las hipotecas variables
Como hemos visto, y aunque no es el único, el euríbor es el principal tipo de referencia en las hipotecas variables que se firman en España.
Así, el valor que marque en el momento en el que nos toca revisar las condiciones de nuestro préstamo, afectará directamente sobre las cuotas. Si entre actualización y actualización del valor del euríbor, sube, las cuotas se encarecerán. Si baja, se abaratarán.
En qué fijarse al contratar una hipoteca variable
Cuando vayas a contratar una hipoteca variable, debes tener en cuenta algunos aspectos. Entre ellos:
- Haz muchos números. Calcula cómo serán las cuotas en diferentes escenarios, con el tipo de referencia al alza y a la baja, para asegurarte de que pase lo que pase en los mercados vas a poder pagarlas. Ten en cuenta que sí, el euríbor ha estado seis años marcando valores negativos, pero en la actualidad supera el 4,00 % e incluso, en años pasados, alcanzó el 5,00 %.
- Asegúrate de que cumples con todos los requisitos que te imponga el banco (tienes ciertos ahorros, un trabajo estable y con buenos ingresos, no has estado nunca inscrito en ASNEF o cualquier otro registro de morosidad…).
- Intenta que el diferencial sea lo más bajo posible ya que es el único aspecto referente al tipo de interés de la hipoteca variable que no variará a lo largo del tiempo. Revisa toda la documentación que te facilite el banco y mira el Tipo de Interés Nominal (TIN) y la Tasa Anual Equivalente (TAE), que incluye el TIN y otros gastos.
- Asegúrate de que el importe que te concede el banco en tu hipoteca variable es el que necesitas. Ajusta al máximo tu presupuesto.
- Elige un plazo de amortización con el que acabes pagando los menos intereses posibles pero que no ahogue tu economía familiar. Ten en cuenta que, cuanto más corto el plazo, menos intereses, pero letras más elevadas.
- Revisa las comisiones de tu hipoteca variable. Es cierto que cada entidad tiene su propia política al respecto, pero intenta negociarlas para que, de estar, sean las menos. Sobre todo aquellas que tienen que ver con cambios en el contrato como por amortización anticipada (adelantar parte o toda la deuda), subrogación (llevártela a otro banco), novación (para cambiar de hipoteca variable a tipo fijo, por ejemplo).
- Revisa las condiciones de todos los productos bonificables que te ofrezca el banco para reducir el tipo de interés de la hipoteca variable. Calcula cuánto te cuestan y qué rebaja te dan y valora si te sale a cuenta. En este sentido, recuerda que el único producto de contratación obligatoria es el seguro de hogar y no tienes por qué tenerlo con el banco.
- Elige un banco con el que te sientas cómodo. Mira que los servicios que te ofrece se adecúan a tus necesidades. Por ejemplo, tiene una amplia red de oficinas y cajeros, dispone de una buena banca a distancia, no te cobra comisiones por las operaciones que realizas más a menudo…
Calcular las cuotas de tu hipoteca variable
Como hemos ido adelantando, las cuotas de una hipoteca variable variarán en función del valor que marque el tipo de referencia en el momento de la revisión. Vaya de antemano que no vas a poder calcular, exactamente, el importe de las cuotas en cada momento.
Ten en cuenta que la evolución del euríbor a medio y largo plazo es muy difícil de determinar y que sin el valor exacto no vas a poder saber cuánto vas a tener que pagar. Sea como sea, sí es recomendable hacer simulaciones con diferentes escenarios para hacernos una idea de qué podría pasar si el tipo de referencia sube o baja.
Así, y para que puedas orientarse y saber si tu economía está preparada para estos cambios te recomendamos usar una calculadora de hipotecas como la de CrediMarket.
En ella, sólo tendrás que introducir el precio del inmueble que vas a adquirir, el dinero que darás de entrada, el plazo de amortización y el tipo de interés, y nosotros haremos una estimación de cómo serán las cuotas. También podrás ver cómo evolucionarían, a tenor de esos datos, en el cuadro de amortización que podrás desplegar.
¿Es mejor una hipoteca variable o una fija?
No te podemos decir si es mejor una hipoteca fija o variable ya que depende de cada caso. Habitualmente se ha considerado que una hipoteca variable era más barata que una hipoteca fija. Y es que mientras las primeras se benefician de las bajadas de los tipos de referencia (también se ven afectadas por sus subidas), las segundas tienen los intereses son siempre iguales y elevados.
La situación ha cambiado. Y nos encontramos con un euríbor que ha escalado hasta el 4,00 % de forma abrupta y unas hipotecas fijas que, la mayoría, no llegan a ese porcentaje.
En general, se recomiendan las hipotecas fijas a las personas que quieren tener sus finanzas muy controladas y saber cuánto van a pagar cada mes. En cambio, se suelen aconsejar las variables para aquellas personas a las que no les importa asumir riesgos financieros. Y es que, sí, el euríbor está ahora por encima del 4,00 %, pero se ha pasado seis años con valores negativos.
Encuentra la mejor hipoteca variable
Como seguro que has podido ver, encontrar la mejor hipoteca variable no es sencillo: muchos conceptos, muchas entidades, diferentes condiciones… Desde el comparador de hipotecas de CrediMarket te podemos ayudar no solo a encontrar tu financiación sino también a ahorrar tiempo y dinero.
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